El Villarreal busca la razón y el Betis de Juan Merino, el norte

Vuelve la Liga para Villarreal y Betis tras sus eliminaciones en la Copa. El primero cayó ante el Athletic con un once lleno de suplentes, pese a que la remontada no necesitaba una proeza. Y el otro fue vapuleado en el Sánchez Pizjuán, demostrando que este Betis está muy enfermo y que Mel no era el peor de sus males. Ahora, olvidada ya una competición que ilusiona mucho a las aficiones pero que suele estorbar a estas plantillas, se centran en cumplir los objetivos marcados para los fines de semana. El Villarreal intentará confirmar su escalada en estos tres años: de caerse a Segunda a meterse en la Champions. Y el Betis, lograr la permanencia y, sobre todo, recuperar la ilusión desaparecida.

Marcelino, criticado y crítico tras no afrontar la Copa con los mejores, recuperará a gran parte de su once de gala. Jaume sigue tocado. El objetivo es doble: demostrar que así, con rotaciones, es la única forma de no desfallecer y, sobre todo, presionar al Valencia y a otros candidatos a la cuarta plaza. Ganar podría ser definitivo para tachar enemigos, ya que el Athletic (a 11) va al Camp Nou y las apuestas le dan la espalda.

Betis. Merino, por su parte, intentará quitarse el luto en su debut liguero después de manifestar con el 4-0 del derbi caliente que sentía el mismo dolor que cuando se pierde a un familiar. Como no puede ser de otra manera, moverá su once a la espera de si Juande puede traer ideas nuevas. Y lo hace con sorpresas: se ha cargado a Ceballos, la promesa. Volverá N’Diaye para contagiar su ímpetu. Y se aferrará a Rubén. Sumar es fundamental. No se sabe qué está más cerca, si el descenso o la depresión.