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BARCELONA 4- ESPANYOL 1

El uno por uno del Barça: Messi demoledor e Iniesta, mágico

El argentino, dos goles y dos asistencias. Iniesta, superior. Arda Turan y Aleix cumplieron en su debut. Busquets, esta vez, templó ánimos.

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El uno por uno del Barça: Messi demoledor e Iniesta, mágico
LALIGA

Luis Enrique no esperó para darle galones a Arda Turan. En partido que se prometía caliente, alineó al turco, que jugó en la posición de Rakitic y aguantó 67 minutos. Con una disposición de 4-3-3 clara en el campo, el Barça sufrió en la primera parte con las salidas al contragolpe del Espanyol, especialmente por el sector de Marco Asensio, que hizo daño a Daniel Alves. Luego se liberó al ritmo de Messi e Iniesta. Así jugaron los azulgrana, uno por uno.

Ter Stegen. Burlado por Caicedo en la jugada del 0-1, ya no volvió a tener trabajo. Se le ve algo ausente, molesto desde que Luis Enrique decidió conveniente no alinearlo en el Mundial de Clubes. No tuvo más trabajó. Jugueteó con los pies un par de veces.

Daniel Alves. Su partido estuvo señalado por la pérdida de pelota que originó el 0-1. Fiel hasta el final en su costumbre de no rifar ningún balón, falló un pase relativamente sencillo hacia Messi. Asensio y Caicedo lo penalizaron con dureza, el 0-1. Se rehizo y estuvo constante el resto del partido.

Piqué. Algo errático en un par de balones largos, sí mantuvo la línea defensiva correctamente. Es el líder de la defensa en la actualidad, a mejor nivel que Mascherano. Como siempre, se asomó alguna vez por el área e intuyó bien el centro de Messi para hacer el 3-1. Luego cogió el balón cuando Neymar hizo el cuarto. Quería el quinto.

Mascherano. Otra vez en los líos, se encaró en la primera parte con Diop cuando Caicedo se dejó caer en el césped para ser sustituido. El ecuatoriano le dio trabajo porque intentó anticipar, pero falló en uno de los intentos. Sin Caicedo, se quedó sin enemigo y en la segunda parte estuvo mejor. En ocasiones, se excede en las protestas.

Jordi Alba. Revolucionado pero notable alto. Llegó mucho por su banda aprovechando las combinaciones con Iniesta y Neymar y tuvo premio al final. Provocó la tarjeta roja de Hernán Pérez

Sergio Busquets. Más frío que la mayoría de sus compañeros, que él bajase la temperatura le vino bien al Barcelona. Muy inteligente. Cuando tiene que meterle picante a los partidos lo hace. Cuando conviene lo contrario, templa gaitas.

Arda Turan. Estuvo activo pero poco concreto. Se le vio todavía entrando en la dinámica del equipo y algo falta de ritmo como admitió Luis Enrique al final del partido. Un par de pinceladas de calidad en la segunda parte. Habla el mismo lenguaje que sus compañeros, no estuvo mal para abrir boca. Jugó 67 minutos y tiró una vez a puerta. Buena parada de Pau.

Iniesta. Mágico, al nivel de sus mejores días. O mejor. Control del partido y pinceladas de ensueño. Un cambio de pierna derecha-izquierda, un pase fantástico a Messi en la jugada del 1-1, otro al espacio para Messi en la del 3-1. Y un control de la situación absoluto. Jugando con smoking.

Neymar. Ha recuperado la chispa de velocidad que perdió tras la lesión del día antes del partido ante el Leverkusen. Dejó dos o tres detalles fantásticos en sus jugadas y un gol dificilísimo en el que agarró el balón a media altura. Un gesto técnico dificilísimo. En lo futbolístico, un crack. Le sobró una lambretta en los últimos minutos, como en la final de Copa. Juega así, pero puede ahorrárselo.

Luis Suárez. Jugando a mil, como siempre, pìcado con Pau (dos malos detalles, uno después del 2-1 de Messi y otro señalándole los tres goles que se había ‘comido’ en la segunda parte), no se vio la mejor versión del uruguayo, pendiente de demasiadas batallas menos del gol. Ofreció desmaruqes y espacios pero falló en entregas y luego mandó a las nubes un gol cantado.

Messi. Jugó como lo que es, el número uno. Dos goles y dos asistencias. Uno aprovechando una asistencia genial de Iniesta en la que paró y definió. El otro gol con un tiro directo de una ejecución distinta a lo que en él es habitual. Recibió numerosas faltas y se le vio caliente. Pau le pisó y el argentino contestó. Luego se llevó una colleja por detrás de un espanyolista. Sonrió.

Rakitic. Aportó presencia y, especialmente, llegadas. Con el Espanyol con nueve jugadores, hizo desmarques de ruptura. No encontró, eso sí, el gol, aunque lo intentó con un tiro de izquierda que se fue por poco.

Aleix. Salió en el minuto 67 sonriendo al lado de Piqué. No se le vio, pues, asustado, aunque tuvo problemas en el control de balón. Aun así, y advirtiendo que el Espanyol estaba con nueve, se prodigó mucho por la banda y de hecho el Barça vivió allí más en los últimos minutos casi en la banda de Neymar.