Bruno hace que el Villarreal acabe el año en Champions

Bruno Soriano pusó las uvas y el champán en El Madrigal. Su gol, de exquisito lanzamiento de falta, resolvió un duelo más propio de la resaca de Año Nuevo que de la festividad de Nochevieja. Cuarta victoria consecutiva del Villarreal, que despide el año en zona Champions. Sexta jornada sin ganar del Valencia, que se aleja a 11 puntos de su a priori habitat natural. El efecto Gary Neville no se ha visto en 2015 y para empezar 2016 recibe al Real Madrid.

Poco o nada ofrecieron Villarreal y Valencia en la primera parte. Unos, los amarillos, porque se toparon con un rival que salió a verles venir; otros, los blanquinegros, porque con sentirse arropados se dieron por satisfechos. Ni un remate a portería del Valencia durante 45 minutos. Un par de córners, un centro de Barragán y otro de Cancelo fue toda su aportación ofensiva. Y ello a pesar de que Gary Neville apostó por Negredo y Alcácer. Pero claro, si los Parejo y André están más pendientes de achicar espacios que de repartir juego, de poco sirve jugar con dos delanteros. Aún así, por el planteamiento de uno y otro, al descanso llegaría más satisfecho Neville que Marcelino. A fin de cuentas, el primero salió a no encajar gol y así sucedió; mientras que el Villarreal no encontró la manera de superarles.

El panorama cambió tras el descanso. André Gomes se quitó el corsé defensivo y con sus arreones el Valencia se acercó a las inmediaciones de Areola. Al menos Alcácer, Parejo y el propio André le probaron. Ese estirar la manta, a su vez, provocó un mano a mano de Bakambu con Jaume que resolvió el guardameta. Pero lo que de verdad alteró y mató el partido fue la falta al borde del área que ejecutó Bruno. Tras ese gol, el Villarreal solo tuvo que esperar a que pasaran los minutos para irse a sus casas a cenar en familia. La impotencia del Valencia fue manifiesta y preocupante.