Las peñas del Real Madrid todavía creen en Benítez
“No podemos cambiar de entrenador todo el rato, hace imposible consolidar un proyecto”. Mourinho, cuando llegó la noticia en los postres, algunos le corearon.
A 52 kilómetros de la capital se encuentra Navacerrada, uno de los pueblecitos más bellos de la sierra madrileña que respira sentimiento merengue por sus cuatro costados. Sin ir más lejos aquí tiene residencia Juan Santiesteban, uno de los héroes de la mitología madridista que puede presumir de haber estado en aquel Madrid imperial de las Cinco Copas de Europa consecutivas (1956-1960).
Precisamente, esas conquistas se cimentaron en buena parte en este rincón paradisíaco, dado que don Santiago Bernabéu se traía a sus chicos a las concentraciones previas a los partidos al Hotel Arcipreste de Hita, ubicado a las afueras del pueblo.
También aquí se encuentra el Mesón Espinosa, que da nombre a la peña madridista presidida por Dani Domínguez, uno de los dirigentes de peñas más jóvenes de España. “No es fácil mantener viva la llama del madridismo en un pueblo que en invierno se queda casi aislado por la nieve. Yo soy de los que dejo el restaurante al cargo de mis padres cuando juega el Madrid y le sigo aquí en España y en los partidos de Champions. Pero últimamente me tienen muy quemado. Los jugadores parecen no sentir el escudo. No saben lo que sufrimos los aficionados...”.
El técnico. A la comida navideña acudieron representantes de las Peñas Capote y Montera, Chelle, Villalbilla, Carabaña (con el gigante Rufino al frente), We are the Champions, Los Castizos, El Botijo de Ocaña, la Asociación 6 de marzo de 1902 y Marcos, que representaba a la Asociación de Socios del Real Madrid (SRM). El espíritu de los peñistas era de prudencia, a pesar del enfado lógico que tenían por la marcha errática del equipo. Aún así, la mayoría conviene en que Benítez debe seguir. No obstante, su planteamiento no era tanto de apoyo a Benítez por su labor hasta la fecha, sino por considerar que tanto cambio de entrenador “hace imposible consolidar ningún proyecto”.
Fue muy curioso. Mientras que los peñistas acababan con el cordero (inmejorable en esta zona) y debatían sobre si era pronto o no darle a Zidane la oportunidad de dar el salto, los móviles soltaban la bomba del despido de Mourinho en el Chelsea. Muchos dijeron que plantearse ahora su vuelta era una locura, pero varios corearon su nombre. Mou tiene sus adeptos y su regreso se plantea en la calle. Mou está libre.