El Zaragoza deja escapar la victoria ante el Numancia
El equipo de Popovic ganaba 2-0 a media hora del final. El empate premia la enorme valentía de Jagoba Arrasate.
Paso atrás inesperado del Real Zaragoza en su carrera por el ascenso directo. Cuando a media hora del final todo parecía resuelto en La Romareda, el equipo de Popovic, agotado y muy condicionado por sus ausencias, se dejó igualar una ventaja de dos goles y vio escaparse una ocasión magnífica para haberse colocado a un punto del segundo clasificado. El empate, hay que decirlo alto y claro, premió, sobre todo, la valentía de Jagoba Arrasate y supone ese baño de autoestima que tanto necesitaba su Numancia.
El Zaragoza salió al galope y tuvo tres llegadas claras en los primeros diez minutos, sobre todo un balón profundo y con todo a su favor en el que a Ortuño le faltó una quinta marcha o pagó el peaje de ser un zurdo cerrado, porque Pedro, libre de marcaje, estaba esperando el pase a puerta vacía. Pero el Numancia logró capear el temporal y llevó el partido al equilibrio a base de orden, presión decidida y una mejor atención defensiva. Y hasta le dio un susto a Bono en un cabezazo forzado de Alegría que se marchó por encima del larguero.
El equipo de Popovic entró entonces en una fase de indefinición, en la que le costaba recuperar el balón y tenía problemas para hilvanar una jugada de ataque. Sin embargo, pasada la media hora, una contra sin aparente peligro la convirtió Marc Bertrán en una obra maestra: Ortuño dejó de cara un balón para Pedro, que abrió a la derecha sobre la tarascada de Gaztañaga y Marc Bertrán controló con el pecho, recortó ya dentro del área a Valcarce y sin espacio disparó con el exterior de su bota derecha; Munir desvió en intervención felina, pero Abraham, muy atento, remachó en el área chica junto al poste izquierdo del portero marroquí. Un gol de bandera, propio de una categoría superior, que encarriló el encuentro para el Real Zaragoza y fue recibido con júbilo por La Romareda. Lo más difícil ya parecía hecho.
El Numancia volvió del descanso con decisión y adelantó líneas en busca del empate. A punto estuvo de conseguirlo en el minuto 55 en un disparo de Alegría que, con todo a su favor, se fue muy desviado, pero el que volvió a hacer diana fue el Zaragoza. Y con otro gol de bellísima factura cocinado por Erik Morán con un pase al hueco fantástico y resuelto por Ortuño con un zurdazo desde la misma línea del área grande.
El 2-0 se antojaba ya definitivo, pero el Numancia descontó a los tres minutos al cabecear Pedraza una falta lejana sacada por Íñigo Pérez y el partido volvió a abrirse. Casi de inmediato, Arrasate dio entrada a Óscar Díaz por David Concha y pasó a jugar con dos delanteros centros, en una búsqueda sin reservas de su segundo gol, lo que propició unos minutos de desconcierto en el Zaragoza.
Popovic intentó serenar a su equipo, dando entrada a Tarsi, uno de los cuatro jugadores del filial de su convocatoria, por Sergio Gil, que cumplió sólo a secas en su esperado día como titular, y relevó también a un cansadísimo Ángel por Jorge Díaz. Por su parte, Arrasate echó toda la leña al fuego y se jugó el todo por el todo con otros dos atacantes como Aquino y Natalio, y tuvo rápido premio en el empate de Óscar Díaz. En apenas veinte minutos, el 2-0 se convertía en un 2-2.
A partir de ahí, el duelo se convirtió en un ida y vuelta constante, aunque las mejores ocasiones fueron para el Zaragoza. Pedro tuvo el triunfo a dos minutos del final, pero su remate lo despejó con la tibia Munir. Y un minuto después otra vez Munir volvió a salvar al Numancia en un remate a bocajarro del uruguayo Jorge Díaz que ya se cantaba en los graderíos.