El Nàstic se deja ir y el Almería suma un punto en el 88'
Álex López hizo en propia puerta el tanto almeriense. En el descuento, los grana pidieron un penalti de Dubarbier y le anularon un gol por fuera de juego.
El fútbol le quitó al Nàstic lo que le dio la pasada jornada ante el Mirandés. El conjunto grana sumó un punto ante un Almería que buscó el empate en los minutos finales y encontró su premio gracias a un tanto de Álex López en propia puerta. En el descuento, los grana pidieron un penalti de Dubarbier que el árbitro no quiso señalar y Iago Bouzón vio como se le anulaba un gol por fuera de juego.
El Nou Estadi se está erigiendo en un fortín inexpugnable y si al Nàstic le dejas oler el miedo te muerde. Y vaya si lo hizo. Palanca acertó en la presión, robó el balón a Fran Vélez y filtró un pase para que Emaná se la jugara en el mano a mano. Eligió pasar al corazón del área y acertó porque Dubarbier tocó un balón que acabó introduciendo Morcillo en la portería. Minuto 2, 1-0 y el camino se le ponía cuesta arriba al Almería. Pero los de Carrillo no se dejaron llevar por la necesidad y se dispusieron a tener la posesión. Iago ejerció de carrilero e Iván Sánchez no tenía miedo a la hora de pedir el balón. Los almerienses eran más protagonistas y el fútbol les premió. Lolo Reyes recogió un despeje defensivo grana para hacer el 1-1 con un derechazo desde fuera del área. La afición que se dio cita en el Nou Estadi estaba disfrutando de una oda al fútbol y lo bueno es que lo mejor estaba por llegar.
El encuentro entró en una fase de toma y daca y fue el Nàstic quien volvió a atizar gracias a una acción de estrategia. Palanca lanzó de forma magistral una falta, pero Julián se marcó una parada que no se cansarán de verla repetida por televisión una y otra vez. El problema es que fue estéril porque su defensa mostró una apatía que no se quedó sin castigo. Emaná no acertó a rematar, pero sí lo hizo Álex López. Con el 2-1 en el marcador ambos equipos pisaron el acelerador, el cansancio no hacia mella en los jugadores y la intensidad era encomiable. Lo peor, que el árbitro decretó el descanso.
En la segunda mitad, el Nàstic bajó las pulsaciones y se dispuso a dejar pasar los minutos. Eso sí, eran los grana quienes merodeaban con más insistencia el área rival y estaba más cerca la sentencia que el empate. La entrada de Jean Luc fue un soplo de aire fresco y sus internadas por banda, un tormento para Dubarbier.
En los últimos diez minutos el Nàstic se colgó del palo y el Almería lo aprovechó para ganar terreno. Montoro, Quique y Chuli avisaron y Álex López, en propia portería, les dio el punto. Al final, los tarraconenses buscaron el triunfo, pero no era el día para ganar.