Llorente aparece en Riazor para frenar el efecto Lucas
El Deportivo, que se mantiene en puestos europeos, se adelantó con un tanto de Lucas, pero el Sevilla se rehizo y empató por mediación de Iborra.
Deportivo y Sevilla firmaron un empate que no termina de dejar contento a ninguno de los dos. A los locales, porque se adelantaron en el marcador. A los hispalenses, porque siguen sin despegar y sin saber lo que es ganar fuera.
La noche arrancó con malas noticias para el Deportivo. Oriol Riera, la novedad en el once de Víctor, se lesionaba cuando sólo habían pasado nueve minutos. El delantero estaba en el once para bajar balones y saltarse la presión sevillista, pero el plan duró poco. Por él salió Jonathan, y por una vez parecía que el remedio era mejor que la enfermedad. En su primera conexión con Lucas, le devolvió una pared para dejar solo al matador blanquiazul ante Sergio Rico, pero el meta hispalense ganó la partida de forma brillante.
Diez minutos después, el uruguayo forzó una falta en la frontal para un nuevo duelo entre Lucas y Rico. El punta coruñés le pegó raso y duro para que el balón botase delante del portero, que pudo hacer algo más, y dar ventaja al Depor. Era el décimo gol de Lucas de la temporada y el cuarto partido consecutivo en Liga viendo puerta. Es su año, sin duda.
El gol despertó al Sevilla, que buscaba por las bandas hacer daño al organizado equipo de Víctor. Cuando Vitolo, Escudero o el omnipresente Konoplyanka lo conseguían, ahí estaba un imperial Arribas para eliminar el problema.
En el tramo final del primer tiempo el Sevilla subió una marcha más y Gameiro tuvo el empate en el 35', pero su remate se marchó fuera.
Con el marcador en contra y la Juventus en la cabeza, Emery sentó a Konoplyanka y Vitolo para dar entrada a Reyes y Llorente. Mientras, el Depor dio un paso atrás y buscó las contra con Lucas y un activo y peligroso Jonathan. Poco a poco los sevillanos se adueñaron del partido y el peligro empezó a rondar a Lux. A menos de un cuarto de hora para el final, Llorente dejó con el pecho dentro del área al recién entrado Iborra que aprovechó el único despiste de la zaga local para empatar. Era el premio para el delantero navarro, que con su presencia logró hacer dudar al roqueño Deportivo, cambiar el partido y dar un punto al Sevilla.