Annus horribilis en el Madrid
La hemorragia no cesa desde que destituyó a Ancelotti. Luego vino el triste adiós de Iker, la frustrada operación De Gea, Benzema en el calabozo, las 16 lesiones musculares...
Cese de Ancelotti. Florentino cesó a Carlo Ancelotti el 26 de mayo. El italiano se marchó con cuatro títulos en 2014 (la Décima, Mundialito, Supercopa de Europa y Copa) y con el cariño del vestuario (hasta Cristiano pidió su continuidad al acabar la 2014-15). Le preguntaron a Florentino en su comparecencia de Prensa: ¿Qué es lo que le falla a Ancelotti para dar el impulso que usted dice que el equipo necesita? “No lo sé”, contestó el presidente. Ancelotti se marchó 366 días después de la Champions de Lisboa. Además, se fue con el honor de ser el mejor técnico con porcentaje de victorias (75%) empatado con Pellegrini.
Despedida de Iker. Iker anunció su adiós un día antes de que la plantilla se subiera al avión para la pretemporada en Australia. Se presentó en Valdebebas para los análisis médicos. Desde que acabó la temporada el club y el futbolista mantuvieron serias discrepancias sobre el finiquito que le correspondía al guardameta (al final Iker renunció al 35% de lo que correspondía y el Madrid pagaba el montante final de la ficha que no cubría el Oporto). Después de 25 años, 16 temporadas en el primer equipo y 725 partidos, Casillas se despidió solo un 12 de julio y entre lágrimas. Ese mismo día El Mundo publicó una entrevista con los padres del futbolista: “Ha salido por la puerta de atrás por Florentino, que le montó una campaña de desprestigio desde 2010. Esa imagen contrarrestó con la despedida de leyendas como Gerrard o Xavi, que se retiraron esa misma temporada con el cariño de sus aficiones y clubes.
La redespedida. A la vista del efecto demoledor que la despedida en solitario había provocado para la imagen del club. L’Equipe fue especialmente duro: “El Madrid, un club sin tanta clase”. Un día después tuvo lugar una redespedida con mal tufo. “Se va porque ha querido”, dijo Florentino delante de Casillas. Al menos se produjo la imagen del futbolista sobre el césped del estadio con los 19 títulos conseguidos, pero recordó igualmente al frío y furtivo adiós de Raúl en 2010 en el Santiago Bernabéu. Los 2.000 hinchas que despidieron a Iker entonaron el cántico de “¡Florentino dimisión!”.
Fuego cruzado con Sergio Ramos. Poco antes de que Iker se marchara definitivamente, Sergio Ramos y el Real Madrid se enzarzaron en una guerra con fuego cruzado que duró hasta el 17 de agosto, cuando firmó su ampliación de contrato hasta 2020. El futbolista no se sentía valorado por la entidad y buscaba un reconocimiento del club más allá del económico después de ser el héroe de la Décima y su papel estelar en el Mundialito de Clubes. Ramos dijo a José Ángel Sánchez el 25 de junio: “Escuchad ofertas por mí”. Florentino comentó en 2013 que por 65 millones le hubiera vendido al Barça y a su círculo cercano repetía: “Que se vaya y que nos deje el dinero para Messi”. Ambas partes se enzarzaron en una guerra que dañó la imagen pública del club.
El frustrado fichaje de De Gea. A principios de año comenzaron los contactos para fichar al portero titular del Manchester United. De Gea acababa contrato en 2016 y la idea era acometer una operación similar a la de Toni Kroos en el verano anterior, al que le restaba un año de contrato con el Bayern Múnich y salió por ‘sólo’ 25 millones de euros. Una vez que Casillas estaba fuera de la entidad, todo estaba encarrilado para su llegada. El Manchester United se puso duro en las negociaciones. Van Gaal no cedía. El Madrid, mientras, fichó a Kiko Casilla (seis millones de euros). La cuerda se tensó hasta el 31 de agosto, en el último día del cierre de mercado. El Madrid dejó el fichaje para el último día. Keylor Navas estaba embarcando en un avión destino Manchester, pero la operación a tres bandas fracasó en el último suspiro. La documentación del traspaso llegó a las 0:28 horas a la Liga de Fútbol Profesional. El Madrid compraba por 30 millones de euros a De Gea y vendía a Keylor por 10. Fue un sainete que acabó con una guerra de comunicados entre ambos clubes al día siguiente.
Lesiones. Rafa Benítez es el 10º entrenador de Florentino Pérez como presidente del Real Madrid. Aterrizó en el club blanco porque en la planta noble querían una estructura de trabajo diferente a la de Ancelotti y tenían informes de que el estado físico de la plantilla no era el adecuado. “No ganamos títulos porque tuvimos muchas lesiones en abril y mayo. A Ancelotti se le cayó el equipo”, sostenían voces de la directiva. Con Benítez al frente ya se han acumulado 16 lesiones musculares.
Benzema imputado. Arrancó la temporada con buenos números (siete goles en ocho partidos), pero su imputación en el caso Valbuena por complicidad en un caso de chantaje y asociación con malhechores le ha desestabilizado. Se expone a cinco años de prisión. Las filtraciones del secreto de sumario en la Prensa tampoco le han dejado en buen lugar (su conversación con Zenati o el interrogatorio con la juez). Tampoco le han favorecido las palabras de Valbuena en Le Monde ni su aparición pública en TF1: “Todo ha sido un malentendido”.
Pañolada en el Clásico. En el día de la verdad para Rafa Benítez, el 21 de noviembre frente al Barcelona en el Santiago Bernabéu, el Madrid ofreció una triste imagen. El Barça goleó 0-4 y señaló sus críticas al palco. Se saltaron directamente a Rafa Benítez (que se agarró a los resultados hasta que el equilibrio llamado Keylor Navas aguantó). “¡Florentino dimisión!”, gritó el estadio al unísono durante varios momentos del partido. Era la primera pañolada a Florentino Pérez en esta segunda etapa en la presidencia. Habló ante los medios tres días después. “Los pitos y los gritos los empezaron los Ultras Sur”, se defendió. Asimismo, respaldó al técnico: “Tiene todo nuestro apoyo. Es la solución porque desde enero sufrimos un deterioro paulatino”. Ocho meses antes había hecho lo mismo con Ancelotti y luego le despidió.
Chirigota en Cádiz. El Madrid cometió el error de alinear ante el Cádiz en Copa a Cheryshev, que arrastraba una sanción de la temporada anterior. La defensa del club incumple un principio básico del derecho: “El desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento”.