Messi y el Barça, sigue el festival
Volvió a ser titular, hizo un doblete y clasifica a su equipo como primero. Suárez (2), Piqué y Adriano completaron la goleada. Neymar falló un penalti y Ter Stegen paró otro. Dzeko hizo el 6-1.
Al minuto 20 de partido, la Roma ya pedía clemencia al cielo y la hora al árbitro. El Barça ganaba entonces por 2-0 con un 80 por ciento de posesión y dando una sensación de superioridad implacable que rozaba la crueldad futbolística. Este Barça es una apisonadora que confirmó ante la Roma el extraordinario momento de forma en todos los registros que evidenció ante Real Madrid. Y si a ese recital le añades la participación de Leo Messi, aunque vaya a cuenta del descanso de Iniesta, que fue el mejor de los mejores en el Clásico, la tortura para el rival puede ser dolorosísima. Tanto, como el 6-1 que le endosó el equipo de Luis Enrique a los italianos que les sitúa ya no sólo como incontestables líderes de su grupo, sino como gran favorito para volver a ganarlo todo.
A día de hoy, la única duda está en ver si el Barça ha llegado a su cúspide de juego demasiado pronto, pero teniendo en cuenta que Messi sigue a mitad de producción, que Iniesta descansó y que están por debutar Arda Turan y Aleix Vidal, el listón de este equipo sigue pareciendo inalcanzable.
Una máquina.
Está el Barça en un momento sensacional. Es un equipo que atormenta a los rivales en todos los cuadrantes del campo. No le deja sacar la pelota porque sus delanteros presionan como pitbulls al rival; el centro del campo funciona como un reloj y la defensa apenas cede ocasiones e incluso golea y da taconazos en el área contraria y el portero suplente es un titán que para penaltis. Un recital en toda regla de un equipo que a día de hoy se puede permitir destrozar a cualquier rival prescindiendo de inicio de Mascherano e Iniesta y en la segunda parte de Busquets.
A día de hoy, nadie juega como el Barça y no parece que nadie pueda acercarse a este nivel. Un equipo desbocado que se divierte destripando rivales.
