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REAL MADRID

Faubert: “En el Real Madrid no pude mostrar todo mi fútbol...”

A sus 32 años, Faubert está sin equipo y comparte vestuario con los jugadores del Gavà. El exjugador del Real Madrid habla de Benzema, Messi, Cristiano, Neymar y de su pasado.

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Faubert: “En el Real Madrid no pude mostrar todo mi fútbol...”

—Gracias por ayudarnos a actualizar la entrevista en un día tan difícil. Usted no estaba en París, sino en Burdeos, pero, ¿qué siente?

—Lo que pasó fue horrible. Me vino a la mente Madrid y los atentados de hace 11 años. Son momentos tristes.

—Pasando al plano deportivo, ¿qué se habla de Benzema?

—La gente está sorprendida. No se entienden estas situaciones con un jugador que tiene la vida solucionada. Me encanta Benzema como jugador y persona, pero ¿y qué pensar ahora?

—Usted se entrena ahora en el Gavà (Barcelona), un equipo de Tercera. ¿Por qué?

—No me convencieron las ofertas que tuve. Mi mujer es de Castelldefels y a través de un amigo charlamos con el entrenador del Gavà, que me abrió las puertas.

—Conoce la Liga por sus seis meses en el Real Madrid. ¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza de aquella etapa?

—Viví una historia increíble. Pero si volviera atrás haría muchas cosas de otra manera. Hubiese trabajado más en busca de una oportunidad de Juande Ramos. No pude mostrar mi fútbol.

—¿No confiaron en usted o usted no trabajó para que confiaran?

—No me dieron confianza. Para un futbolista es importante poder entrenarse con el grupo, pero yo nunca estuve en los planes del técnico. Fui su plan B.

—La imagen que más coleó fue la siesta en el banquillo durante un partido en el Bernabéu. ¿Cómo fue aquello?

—Una vez se publicó, hablé con el jefe de prensa del club y me dijo que cuando juegas en el Madrid debes tener cuidado. ¡Sólo cerré los ojos dos segundos! Pero el periodista publicó que me había dormido...

—Uno de los partidos que le tocó presenciar fue ante el Barcelona. El famoso 2-6. ¿Cómo sufrió ese encuentro?

—Lo vivimos mal, era un Clásico. No pudimos hacer nada. Recuerdo cómo el Barcelona llevó el tempo del partido, el ritmo que le metió y la excelencia técnica al son de Xavi, Messi o Henry.

—Habla de Messi. ¿Qué diferencias ve entre él y Cristiano Ronaldo?

—Son diferentes. Messi no tuvo que trabajar demasiado para llegar a este nivel. Lo suyo es talento. Cristiano ha tenido que trabajar cada día para llegar a este nivel.

—Y tras ellos, y siguiendo el duelo entre Madrid y Barça, ¿Neymar y Bale?

—Neymar tiene la misma calidad y poder en un equipo que Messi y Cristiano. Su nivel es altísimo. Lo de Bale no lo sé. Tras Messi, el Barça tendrá a Neymar, pero tras Cristiano, no sé qué tendrá el Madrid...

—¿Quién era para usted el jugador de más talento de la temporada 2008-09?

—Me quedo con Guti. Era como Zidane o Messi, veía el fútbol de otra manera. Recuerdo en ocasiones que le pedía el balón y ni me miraba, pero a los dos segundos el balón estaba en mi pie. Era un jugador de Balón de Oro.

La aventura de entrevistar a un ‘enfant terrible’

Quedar con Faubert se convirtió en un ejercicio de desgaste. El primer intento fue el 20 de octubre, cuando el jugador francés citó a AS en las instalaciones del CF Gavà. Ese día el extremo no asistió al lesionarse el día anterior. No acudió durante las siguientes jornadas debido a su esguince de tobillo y, a la semana posterior, se fue a Francia. La primera semana de noviembre fue igual de confusa. El jugador citó a AS el martes en Gavà, pero no apareció. De hecho, no lo hizo nadie de la plantilla ya que era el día de descanso. Faubert avisa a AS de que el jueves será el día. Pero, media hora antes de empezar el entrenamiento, comunica que no puede, que no acudirá. La cita se aplaza para el viernes. Nada más llegar al campo de La Bóbila, el jugador transmite por mensaje de móvil que no podrá porque tiene que ver a su hijo. Pero era tarde y no tenía escapatoria porque AS ya estaba allí, por lo que Faubert no tuvo más remedio que atendernos tras varias intentonas. Una charla amena y productiva de un hombre que quiere “ser entrenador”. Un enfant terrible por sus opiniones, punzantes y reflexivas, pero también por su extravagante forma de hacerse de rogar. ­