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MUNDO MERENGUE

Se fue Ancelotti y con él también se fue el estado de optimismo en el Madrid

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Pasado. Se fue Ancelotti y con él se fue también el estado de optimismo que se había declarado en la plantilla. Se fue el buen rollo, el vamos a divertirnos, nos llamarán los Globetrotters del  fútbol. Se fue el “podemos defender con seis”, qué más da si encajamos dos goles porque vamos a meter cinco. Con Ancelotti se fue el fútbol alegre, el ganador de la Décima al que le quedaba clavado el traje del Madrid. Con él se fue hasta Cristiano y sus 60 goles por  temporada.

Presente. Nos cuentan una escena que se vivió dentro del vestuario después del Madrid-PSG. Benítez se dirigió a sus jugadores tras ganar 1-0. “Estoy muy contento, hemos jugado muy bien”. Algún futbolista tuvo que esconder la cabeza entre las piernas para poder reírse en la intimidad. E incluso hubo quien llegó a pronunciar una sentencia que todos, incluido el técnico, pudieron escuchar: “No, nos han dado un meneo importante”.

El cambio. En la semántica del juego del Madrid también ha habido un cambio sustancial. Ancelotti puso de moda la palabra ‘equilibrio’, dadme un punto de apoyo que agitaremos el mundo del fútbol. El concepto preferido de Benítez es ahora otro, ‘control’. “Controlamos bien el juego...”, se le oye decir con frecuencia. El equilibrio era entonces, para los jugadores del Madrid, una aspiración que no estaba reñida con el espectáculo. El ‘fútbol control’ les suena  más a jugar con el freno de mano echado. En el vestuario ya han encontrado un mote para Benítez, El Chapas, tal es su afición por parar cada ejercicio en Valdebebas para dar  instrucciones (para dar la chapa) o por su frenética actividad en la zona técnica durante los partidos. Hay ya jugadores a los que empieza a apretarle demasiado el corsé...

¿Futuro? El disgusto de Cristiano (que tanto defendió a Ancelotti) y las dudas sobre su futuro, el escaso feeling de Benítez con un vestuario que ya no es tan feliz, el desencuentro entre el  cuerpo médico y los jugadores, la plaga de lesiones, Benzema imputado... La ausencia de un director deportivo, los Estatutos que hacen casi imposible que haya candidatos a la presidencia y que están pendientes de un juicio, un socio condenado a un año y tres meses de cárcel por falsificar votos para la candidatura de Villar Mir (continuista de Florentino) que aún es socio, el directivo y presidente del Castilla (Nicolás Martín- Sanz) acusado de estafa procesal y que aún sigue en el cargo, la investigación de la UE por ayudas públicas encubiertas, el nuevo Bernabéu paralizado y los convenios suscritos por club y Ayuntamiento tumbados por la Justicia...

Se fue Ancelotti y con ello se abolió el estado de optimismo, y quedó al descubierto el Madrid que ha dibujado Florentino en estos últimos años.