Treinta toques del Sevilla con 3-1 y el Real Madrid mirando
La épica que es capaz de levantar un mal resultado en los últimos minutos, forma parte del gen del Madrid. En el Pizjuán no hubo ni rastro de él. Los jugadores estaban agotados.
Mas allá de la dolorosa derrota, el Madrid dejó en el Sánchez Pizjuán la preocupante sensación de resignarse tras recibir el 3-1 en el minuto 73’. No fue capaz de reaccionar y terminar el partido apretando en el área rival. Los jugadores parecían agotados mentalmente y con poca sintonía con la idea de juego de su entrenador. Las cámaras de El Día Después, de Movistar+, captaron una confidencia de Cristiano a Ramos al terminar el partido. “Jugamos demasiado atrás”, sentenció. Ya son varios partidos en los que, tras adelantarse en el marcador, el Madrid da un paso atrás y compromete el resultado: ante Athletic, Atlético, Celta... En el Pizjuán naufragó y pesó en los jugadores.
Hubo una jugada que escenificó la incapacidad para reaccionar de los madridistas tras el 3-1, de buscar la épica, algo propio en el gen del club. Sucedió del minuto 90:44 al 92:05. Durante un minuto y medio los sevillistas dieron 30 pases con el Madrid mirando, sólo posicionado y sin presionar. Entre los atronadores olés de la grada del Sánchez Pizjuán, hasta nueve futbolistas del Sevilla (todos menos Llorente y el portero Sergio Rico) tocaron la pelota en la jugada más larga del partido.
Hay más estadísticas que avalan el derrumbe anímico del Madrid tras el 3-1. Desde el 75’ hasta el final del encuentro el Sevilla tuvo un 70% de posesión (con dos disparos a puerta) por un 30% del Madrid (con un disparo a puerta, el gol de James). Pero, desde el minuto 75, el equipo hispalense jugó más en campo del Madrid (86 pases) que en el suyo (48). El Madrid era incapaz de morder para recuperar el balón...
En la primera parte, con el Sevilla timorato y entregando el balón al Madrid (entonces desperdició la oportunidad de rematar el partido), la posesión se repartió 37% para el equipo de Emery frente al 63% para el de Benítez. Ese porcentaje se agudizó en los primeros quince minutos, de dominio absoluto madridista: 23% frente a 77%.
La indolencia final del Madrid ha abierto el debate de la mala relación que Benítez tiene con algunos jugadores, como Cristiano (no dijo que era el mejor del mundo), James (suplencia en la primera jornada y recadito del colombiano cuando dijo “llevo 15 días disponible”) o Ramos (le señaló reiteradamente por su error en el derbi), y su posible efecto contagio en la plantilla.
Sin Keylor se acabó el equilibrio: cinco remates a puerta, tres goles
El Sevilla remató 15 veces, cinco de ellas entre los tres palos de Kiko Casilla. Hizo tres goles. Parece que sin Keylor, salvador del Madrid tantas veces esta temporada, se acabó el equilibrio. Hay varios partidos, ante Málaga (a pesar de que Kameni también tuvo una actuación extraordinaria), Athletic, Celta o Atlético en los que las paradas de Keylor han dado varios puntos al Madrid. El partido del Pizjuán no fue muy diferente en cuanto a las llegadas del contrario a la portería blanca en la competición liguera. El Madrid ha recibido un total de 69 remates entre los tres palos en once partidos (6,2 por encuentro cuando ante el Sevilla recibió cinco). Sin embargo, llegó la primera derrota.