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MALLORCA 0 - ZARAGOZA 0

El Zaragoza y el Mallorca no pasan del empate en Son Moix

El equipo aragonés perdió la oportunidad de ponerse líder de la Liga Adelante. No pasó del empate sin goles. El Mallorca suma un punto importante.

Actualizado a
Mallorca y Zaragoza empataron sin goles.
MIQUEL A. BORRAS

Al Zaragoza sólo le faltó el gol en Son Moix. Hizo una primera parte muy notable y tuvo media docena de oportunidades, pero no logró traducir en el marcador ni dominio ni sus méritos. El empate esta vez no le hace justicia, aunque le permite dormir segundo, a la espera de lo que haga mañana el Osasuna en Elche. No es un paso de gigante, pero sí otro más hacia el objetivo final. El equipo de Popovic acumula ya siete jornadas sin perder (tres empates y cuatro victorias), y en esos siete encuentros sólo ha encajado un tanto. Es de una solidez a prueba de bomba. El Mallorca tampoco pierde, pero sigue sin salir de pobre, a sólo un punto del descenso.

 El partido sólo tuvo un color en la primera parte y se equilibró algo más tras el descanso. Eso en cuanto al juego, porque las mejores y más claras ocasiones en ambos periodos fueron del Zaragoza. Un Zaragoza que, aunque no gane, da la sensación de no poder perder ahora mismo contra nadie.

El equipo de Popovic, armado atrás y con una circulación fluida, se hizo muy pronto con el mando y disfrutó de ocasiones suficientes como para haber encarrilado el pleito antes del descanso. La primera, en el minuto 11, estuvo a cargo de Hinestroza, tras un control espléndido a un pelotazo largo de Cabrera; el colombiano soltó un zurdazo cruzado que salió rozando el poste izquierdo del alemán Wellenreuther. La segunda, seis minutos después, en un disparo de Ortuño que se estrelló en el lateral de la red. La tercera, en una combinación perfecta entre Erik Morán y Ortuño, que Diamanka no pudo definir a bocajarro ante el portero. Y la cuarta, ya en el último minuto de la primera mitad, en un pase de la muerte de Diamanka a Cabrera, que el uruguayo, casi debajo de palos, no remató de forma incomprensible.

Al Zaragoza, sereno y cada vez más ajustado, sólo le faltó acierto final. Erik Morán impuso su criterio en la construcción y Ortuño estuvo arriba en todas. El Tanque, muy trabajador y activo durante todo el primer periodo, no dejó de abrir espacios entre los centrales, tirando continuamente desmarques y sembrando muchas dudas entre David Costas y Aveldaño. No le llegaron muchos balones con ventaja, pero los bajó todos al piso y fue una amenaza constante para un Mallorca de cartón-piedra, que no encontró sus clásicas soluciones por las bandas y fue silbado en varias fases por su parroquia.

A Chapi Ferrer no le gustaron nada las cosas y tras el descanso metió al portugués Coutinho por un inédito Campabadal, trasladando a Pereira a la banda derecha. La fuerza del Mallorca en ataque está en sus volantes y el Zaragoza logró desactivarlos en toda la noche. Todo el peligro bermellón se redujo a dos fogonazos de Coutinho y del joven agitador Brandon, y a dos cabezazos del italiano Rolando Bianchi a balón parado en el comienzo de la segunda mitad. Nada más. Su fútbol fue lento y previsible, desesperante para su afición.

Por contra, el equipo aragonés volvió a cargarse de méritos ante el portal de Wellenreuther, y Ángel primero e Hinestroza después tuvieron el gol del triunfo en sus botas en una segunda parte de mayor equilibrio táctico. Popovic le dio a Pedro los últimos veinte minutos para intentar deshacer la igualdad, pero el cansancio ya pasaba factura y el marcador no se movió en un casi vacío Son Moix.