NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

CELTA 1 - VALENCIA 5

Alcácer y Parejo asaltan Balaídos y dan vida a Nuno en el banquillo

Dos goles de cada uno ponen sexto al Valencia, más efectivo que el Celta. Segunda derrota seguida de los de Berizzo en Balaídos.

Actualizado a
Alcácer y Parejo asaltan Balaídos y dan vida a Nuno en el banquillo
LALIGA

En un día muy soleado en Vigo, Parejo fue el que más brilló. Su tremenda clase miniminizó la magia celeste, que por momentos se sintió acomplejado ante tal recital. Fue una exhibición digna de un superclase. Su lección empezó pronto, a los trece minutos. Una exquisita pared entre él y Paco Alcácer permitió a los visitantes adelantarse en el marcador. El Celta reaccionó ante la adversidad y pudo empatar tan sólo un minuto después, pero el colegiado anuló el tanto del Tucu Hernández por claro fuera de juego.

Con el marcador en contra, los vigueses se agitaron y ofrecieron su mejor versión. Sus continuas llegadas no daban mucho trabajo a Domenech, pero en el enésimo córner consiguieron la igualada. Golpeo de Nolito, cabezazo de Hernández, prolongación de Wass y finalización de Augusto. Todo ello de cabeza. En la jugada inmediatamente posterior marcó Wass el gol de la remontada, pero Bicandi lo anuló por una falta previa al Tucu. Quizá debió conceder la ley de la ventaja y dar validez al gol.

A balón parado llegaron los principales problemas para el meta valencianista. Nolito estuvo a punto de lograr el gol olímpico y Wass amenazó con un lanzamiento de falta, aunque la distancia era considerable.

Con el partido en el alambre, aparecieron Parejo y Alcácer. En el último minuto de la primera parte, el mediocentro convirtió una falta al borde del área con una clase suprema. Fue una estocada muy dolorosa para el Celta. Y más sangrante todavía fue la puñalada recibida al inicio de la segunda parte. Una fatídica cesión de Jonny hacia Sergio puso el gol en bandeja a Alcácer, quien interceptó el esférico y definió con una tranquilidad pasmosa. Ese golpe hundió definitivamente a los locales, que ya no tuvieron capacidad de reacción.

Goleada.

El resultado quizás fue excesivo visto lo reflejado en el terreno de juego. El Celta aún se aferró a un último arreón heroico, pero Aspas se topó con el palo y Gayà desvió bajo palos un disparo de Fontàs. La fortuna no acompañaba y los vigueses se hundieron en la depresión. Todo eso lo aprovechó Parejo para culminar su lección magistral. Marcó el cuarto tras una combinación con Alcácer y le regaló el quinto a Mustafi con un centro medido desde la banda. La manita supone oxígeno para Nuno. El portugués gana crédito gracias a la exhibición de Parejo.