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ATLÉTICO DE MADRID

Rober: “Entraban los goles y yo solamente pensaba: quiero más”

El delantero rojiblanco es el máximo goleador de la Youth League después de marcarle cuatro al Astana en el Astana Arena. "De todos, me quedo con el tercero", confiesa a AS.

MadridActualizado a
Rober: “Entraban los goles y yo solamente pensaba: quiero más”
AStv

En el vuelo de vuelta del Atlético, Astana-Madrid, a Roberto Núñez (Talavera, 1996) le costó dormir. No podía. Imposible. Le brillaban los ojos y de su cara no se iba la sonrisa ancha. Sus compañeros, además, le buscaban. Theo Hernández le hacía bromas constantes, todos le felicitaban. Todavía. Doce horas después del Astana-Atlético de la Youth League. Pero es que Rober era el hombre del avión. El futbolista que había marcado cuatro de los nueve goles que el juvenil de Óscar Fernández le endosó al Astana y ahora mismo es el pichichi de la competición.

“Hay ilusión en la Youth League”

En los pequeños, como en los mayores: el rival es el Benfica. De hecho, los de Óscar Fernández sólo han perdido un partido este año en la Youth League y fue ante los portugueses. “En Portugal nos la vamos a jugar. Será el partido clave”, analizaba Rober que, además, confiesa que el Atlético quiere llegar lejos en esta competición: “La Youth es una competición muy importante y tenemos muchísima ilusión por ganarla”. El próximo partido lo jugarán el 25 de noviembre, ante el Galatasaray, en el Cerro.

“¡Eso me han dicho! Pero no me ha dado tiempo a mirarlo. Pero sí, creo que sí...”, le decía a AS justo antes de que el avión despegara de Kazajistán. Y, en efecto, lo es. Lleva 8, uno más que Gonçalves, del Benfica, segundo, con 7, y tres más que Gomes, también del Benfica. “Cuando era más pequeño había marcado cuatro en un partido, pero en categorías mayores nunca... Estoy muy contento, ¡imagina!”. Otro paso más en estos nueve años de su vida en el Atleti, de los muchos dados desde que, cuando tenía siete, llegara al Juvenil A.

El primer gol de Rober en el Astana Arena fue el 0-2 del Atleti y llegó en el 27’. El segundo fue en el 59’, de cabeza. Y el tercero, un minuto después, de disparo raso. Y el cuarto, en el 87’, tras una asistencia de Lucas. “Iban entrando y sólo pensaba que quería mas. No había límite. Por suerte pude meter cuatro”. Eso sí, si tuviera que elegir uno, sólo uno, lo tiene claro: “Me quedo con el tercero”. Y lo explica. “Es porque sacan ellos, robo y acabo yo solo. Es el más bonito”. Y también tiene clara la felicitación con la que se queda: son dos, “la de los compañeros y la familia”. “¡Y la mía!”, le espeta Theo, que asoma la cabeza por encima de su hombro. Y a Rober se le ensancha más la sonrisa. “Sí, es verdad, ¡y la suya!”, confiesa antes de perderse, zumo de piña en mano, en ese avión rojiblanco, a punto de despegar hacia Madrid desde Kazajistán.