NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

PSG - REAL MADRID

Jacques Ferran: “Bernabéu y Saporta fueron unos visionarios”

Jacques Ferran (30 de marzo de 1920) fue uno de los periodistas impulsores de la Copa de Europa hace 60 años. Atiende a AS en su casa de París mientras ve el Mundial de Rugby.

Actualizado a
Jacques Ferran: “Bernabéu y Saporta fueron unos visionarios”

—¿Con 95 años de qué trabajo periodístico se siente más orgulloso?

—De escribir más de 1.500 editoriales de France Football. Eran traducidos en muchos rincones del mundo. Hoy en día llevo 30 años jubilado.

—Usted puede hablar de exclusivas con la fundación de la Copa de Europa...

—Diez años antes de la creación de la Copa de Europa terminábamos la Segunda Guerra Mundial. Había vencedores y vencidos. Mucha gente me pregunta si me arrepiento de no haber trabajado en diarios como Le Monde, pero tuve una vida extraordinaria en L’Equipe con la creación de la Copa de Europa. En aquellos tiempos teníamos verdaderas dificultades para llenar las páginas entre semana.

—Pónganos en contexto a los protagonistas de la idea.

—Entré en L’Equipe a los 28 años. Había trabajado en Montpellier haciendo periodismo de provincias. Me presenté en París con una carta de recomendación al director de L’Equipe, Jacques Goddet, que había comprado France Football y que en aquella época era un semanal editado por la Federación. Desde entonces ha ido con L’Equipe. Había dos personas muy importantes en esa redacción: Jacques de Ryswick y Gabriel Hanot. Al mismo tiempo, Hanot era presidente de la comisión técnica de la Federación, formaba entrenadores franceses y seleccionaba al equipo de Francia. Es extraordinario (risas).

—Así que los periodistas no influían en las alineaciones sino que las hacían, ¿no?

—(Risas) Eran otros tiempos. Yo le puedo contar que Santiago Bernabéu me invitaba a las concentraciones del equipo en El Escorial y él mismo me hacía de traductor con los jugadores. Era uno más. Gabriel Hanot fue futbolista internacional y aviador durante la Primera Guerra Mundial. Un personaje. Me enseñó todo de la profesión. Yo tuve un ascenso fulgurante: cuatro años después de mi llegada yo era Redactor Jefe de France Football y siempre redactor en el L’Equipe.

—Y Hanot entonces escribe el famoso artículo de cómo el Wolverhampton podía proclamarse campeón del mundo por ganar dos amistosos ante el Budapest Honvéd y Spartak de Moscú...

—Exacto. ¿Cómo podían escribir eso los ingleses si no habían jugado ni contra el Madrid ni el Milán? El milagro de todo esto es que tardó sólo nueve meses en concretarse la idea de la Copa de Europa. Al día siguiente del artículo de Hanot, Jacques de Ryswick escribió otra pieza magnífica: “Vamos a intentar crear nosotros mismos este campeonato de clubes”. En ese momento fuimos a ver a Jacques Goddet y nos dio carta blanca. En L’Equipe el lugar del fútbol no era más importante que el del ciclismo, atletismo, boxeo… El fútbol era un deporte más. Y nosotros, como periodistas de deportes un poco ambiciosos, no teníamos el Muro de Berlín en nuestra mente. La Copa de Europa sirvió para esto: llenar la actualidad y aproximar los pueblos entre ellos.

—¿Cómo se acogió la idea en España?

—En España las opiniones estaban enfrentadas. En Barcelona emitían reservas por la voz de Agustín Pujol, presidente de la Federación Catalana, y de Sans, presidente del Barça, y también por el Mundo Deportivo. Lo veían interesante, pero decían que sólo era posible un campeonato de verano. Pensaban que iba a ser perjudicial para la Liga. En Madrid había mucho entusiasmo sin ningún tipo de resistencia. Y mi amigo Santiago Bernabéu pronunció la frase definitiva: “España está preparada para acoger partidos en sus estadios de 100.000 plazas para todos los equipos. Para los equipos del Este incluido”.

—Y salió el proyecto.

—Me acuerdo de tomar un tren Gabriel Hanot y yo hacía Viena para presentar nuestro proyecto al Comité Ejecutivo de la UEFA. No teníamos el apoyo de la Federación Francesa de Fútbol porque Francia pensaba organizar la Eurocopa de Naciones. “No estaremos contra vosotros, pero tampoco con vosotros”, nos dijeron. La UEFA no quiso porque quería crear la Copa de Ferias y nos decían de verlo con la FIFA. Y la FIFA nos remitía a la UEFA. Con todos los factores en contra nos tiramos un farol como en el póker. Decidimos reunir nosotros mismos a los 16 equipos.

—Habla de la reunión del hotel Ambassador, ¿no?

—Correcto. Cuando llego veo al final de la mesa dos personas que no conocía, eran Bernabéu y Saporta. Después fueron muy amigos míos. Ambos habían entendido con mucha antelación y rapidez la riqueza de nuestra idea. Fueron unos visionarios. En esta reunión nadie estaba en contra de la idea. Los madrileños eran los más optimistas junto a los equipos del Este. UEFA y FIFA despertaron en el último momento y decidieron crearla. ¡Menos mal! Habíamos ganado nuestra apuesta. Sabíamos que ni L’Equipe ni los clubes podían montar una competición así. ¿Quién hubiera escogido los árbitros sin ir más lejos? Era imposible.

—¿Y qué más sucedió en esa reunión fundacional?

—En el hotel de Ambassador no sólo se aceptó el reglamento sino que también decidimos la primera ronda. No se hizo un sorteo. La única vez que se hizo de esa manera. Nos organizamos entre nosotros para no poner a los mejores juntos en la primera ronda. El Reims jugó contra el equipo danés y el Madrid... (calla un momento). Preguntamos a Bernabéu con quién quería jugar y él dijo que le gustaría ir a Suiza. Y jugaron contra el Servette. Quería ir allí porque los aspirantes de la Corona residían allí.

—¿Le hubiera gustado ver ganar al Reims en la Primera?

—Yo no iba con ningún equipo porque era periodista.

—Y el Madrid ganó las cinco primeras...

—Era como si hubieran tenido una bola de cristal antes de empezar y supieran que esta competición iba a marcar su historia.

—¿Cómo era su relación con Di Stéfano?

—Muy buena. Fui a su casa poco después de su secuestro en Venezuela. Me llevaba muy bien con Gento y Kopa, pero después discutí con Raymond porque escribí que en el Madrid era uno más con Di Stéfano.

—¿Fue el mejor de todos los tiempos?

—El mejor, y de lejos, Pelé. Está muy por encima de los demás. Tenía una mezcla de calidades. Más que los otros. Messi tiene el regate. Cristiano el gol. Pero ninguno era y es capaz de ganar un partido él solo como Pelé. Detrás de él la gente pone a Messi, Cruyff, Zidane o Messi, pero yo pongo a Di Stéfano.

—Ustedes también crearon el Balón de Oro. ¿Qué piensa de su unificación con el FIFA World Player?

—Una traición para France Football, Francia y Jacques Goddet. Espero que el próximo presidente de la FIFA separe este galardón.

—¿Y el FIFAGate?

—Sé muchísimas cosas que nadie sabe. Se lo he mandado a France Football. No sé si lo publicarán.

—¿A quién daría el Balón de Oro usted en 2015?

—Está difícil. El premio debe ser el mejor jugador del año, no del mundo. Porque si no Messi y Cristiano se lo reparten siempre. ¿Qué pasa con Iniesta y Xavi? ¿Y Ribéry? Messi y Cristiano son muy buenos, pero no para ganar siempre.

—¿El secreto de su privilegiada memoria?

—Jugar al bridge.