Aurtenetxe salva un punto y ahonda en la crisis del Almería

Dos apuestas, una continuista y claramente vistosa, la del Tenerife, y otra que rompía con todo lo visto anteriormente, la del Almería. Y al final no terminó triunfando ninguna.

Los de Agné fueron mejores hasta que Sergi decidió rectificar, con el marcador en contra, el sistema defensivo inicial; pero el Almería tiene sus miedos y pecados en defensa y ayer volvió a hacer aguas encajando, como siempre, un tanto en el último suspiro del encuentro. Preparó el Almería una defensa de cinco, inédita hasta el momento, para contener la manifiesta profundidad del Tenerife en las últimas jornadas, con jugadores hábiles como Suso o el propio Nano, y, sobre todo, para zanjar la sangría de goles que le vienen haciendo desde el principio del campeonato. Pero más que una solución, fue un parche. Apenas dio tiempo a trabajarla y eso quedó de manifiesto con la forma en que el Tenerife se adelantó en el marcador. Ni cinco defensores fueron suficientes, y ya es raro, para contrarrestar un balón bombeado de Vitolo, muy preciso, que llegó a los pies de Nano tras ganar la espalda a los defensas, y así batir por bajo a Julián Cuesta.

El Tenerife quería y podía, circulaba con llegaba y generaba una ocasión tras otra, eso sí, sin demasiado riesgo. El Almería lo intentaba pero no podía, y cuando podía, los nervios podían. A Chuli se le escapó un balón en boca de gol por intentar rematar rápido un balón que pudo controlar y disparar. Ni en lo más fácil está acertado el cuadro rojiblanco. Tras el 0-1, Sergi dispuso una defensa de cuatro. Y la estrategia funcionó en el segundo tiempo. La entrada de Quique le dio mordiente al equipo, que creaba una ocasión tras otra.

En una de esas, Michel se encontró un balón sin dueño en el área, le pegó con el alma y Alberto, tratando de despejar, le hizo un gol a su equipo.Los de Sergi atacaban en tromba y volvieron a noquear al Tenerife. Tras una larga carrera, Quique dejó a Alberto en el suelo, la colgó y allí estaba el goleador Quique para, de cabeza, darle la vuelta al partido.

Pero el Almería está obligado a cometer varios errores por partido en defensa, y ese llegó en el último minuto, Aurtenetxe aprovechó una conexión de los suyos en el área rojiblanca y Lolo Reyes desvió el partido para, también, meterlo en su propia portería.