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MILÁN - NÁPOLES

El Milán y el Nápoles miden sus aspiraciones en San Siro

Los locales apelan a sus delanteros Bacca y Luiz Adriano porque flojean en defensa; los 'azzurri' están lanzados y ytienen a Higuaín en racha: lleva ya seis goles.

NápolesActualizado a
Higuaín celebra junto a sus compañeros el gol que le marcó al Legia en Europa League.
BARTLOMIEJ ZBOROWSKIEFE

Tras seis jornadas de la Serie A, dos grandes como Milán y Nápoles suman apenas nueve puntos, ocupando juntos el décimo puesto. Un comienzo de curso repleto de altibajos para los dos equipos, que, sin embargo, viven momentos totalmente distintos. El Milán, que en el mercado de fichajes invirtió 90 millones de euros recibiendo once, tras dos sufridos triunfos ante Palermo y Udinese, cayó por tercera vez en este curso en el estadio del Genoa. Si su delantera, con Bacca, Luiz Adriano y el 'nuevo' Balotelli, dio señales positivas, los problemas están en la zaga, que a pesar de las buenas actuaciones de Diego López ya encajó 9 goles. Mihajlovic, justo en este sector, tendrá que renunciar al fichaje estrella Romagnoli (sancionado) y a Mexes, lesionado, mientras que arriba no podrá contar con Supermario por un problema muscular.

El Nápoles, por su parte, está que se sale: tras las decepcionantes primeras jornadas con una derrota y dos empates, el técnico Sarri cambió de dibujo pasando de un 4-3-1-2 a un 4-3-3 perfecto para las características de sus extremos. Los resultados llegaron enseguida: de cinco partidos entre Liga y Europa League ganó cuatro, el otro fue un empate a cero, marcando 14 goles y encajando apenas uno, ante la Juventus que hace una semana cayó en San Paolo. Los azzurri cambiarán siete titulares del once que se vio en Varsovia ante el Legia, y apostarán por las ganas de un imparable Higuaín (ya lleva 6 goles), la garra y la calidad de Callejón en la banda derecha y la experiencia de Reina, que debería salir de inicio a pesar de unos problemas físicos sufridos el viernes.

Curiosamente, en San Siro se enfrentarán dos técnicos que podrían estar sentados en el banquillo del rival: Sarri, para muchos heredero de Arrigo Sacchi, le gustaba mucho a Berlusconi, que sin embargo descartó su fichaje cuando en una entrevista, hablando de política, declaró ser de izquierda. Mihajlovic, por su parte, negoció con De Laurentiis antes de que llegara la oferta rossonera. Un triunfo, para ambos, significaría fortalecerse en un campeonato que, tras la derrota del Inter con la Fiorentina, parece sin dueños. Soñar con el Scudetto es posible para ambos: la noche de San Siro nos contará quien podrá hacerlo con más ilusión durante las próximas dos semanas.