Partidazo en precario
Sevilla y Barcelona se enfrentan en precario. El Barça se lo toma como el examen más duro que deben de afrontar los blaugrana en ausencia de Messi e Iniesta.
Sevilla y Barcelona se enfrentan esta tarde en precario, con un rosario de bajas en uno y otro equipo, en el Sánchez Pizjuán en un partido que el Barça se lo toma como el examen más duro que deben de afrontar los blaugrana en ausencia de Messi e Iniesta, mientras que para los locales supone una oportunidad de recuperar sensaciones tras un inicio de Liga decepcionante.
Ninguno de los dos técnicos podrá alinear en el partido al equipo que seguro tendrían en la cabeza el día que se publicó el calendario. Ambos, Emery y Luis Enrique, deberán esforzarse, improvisar y crear soluciones donde hay agujeros. Se plantea un partido en el que los entrenadores tendrán muchas cosas que decir, pues es en los momentos de escasez, cuando se espera de ellos el máximo aprovechamiento de los mermados recursos de que disponen. Para disponer la alineación ideal que se consigna en los anuarios de inicio de temporada no hace falta el talento.
Situación difícil. Por mucho Messi e Iniesta que falte en el Barça, no sería justo decir que los culés tienen más problemas que el Sevilla. A diferencia del Barcelona, que sin ser brillante ha sumado 15 de los 18 puntos posibles en la Liga, el Sevilla suma su crisis de juego a una también de resultados. Han perdido esa chispa que les hacía uno de los equipos más temibles de la Liga, especialmente en casa. Cinco puntos sumados y diez goles encajados en seis jornadas son registros impropios del actual doble campeón de la Europa League. Pero Nervión es un campo que en situaciones así se crece y hace crecer a los suyos. Necesitan un gran rival para volver a sentirse grandes.