La afición del Wolfsburgo teme secuelas del caso Volkswagen
La dimisión de Winderkorn de la multinacional germana hace que los seguidores duden del futuro del club. El presidente Martin Winterkorn está tranquilo.
La semana pasada quedará para el recuerdo como una de las más negras para el Wolfsburgo. El primer mazazo se lo llevo el martes al caer 5-1 ante el Bayern, pero lo que más pánico causó a los aficionados fue el escándalo de la Volkswagen. La automovilística alemana, dueña del Wolfsburgo, decidió invertir en la sección de fútbol desde la llegada del Dr. Martin Winterkorn a la presidencia en 2007. El enorme revuelo alrededor de los motores de la multinacional provocó la pasada semana la dimisión de Winterkorn, por lo que gran parte de la hinchada del campeón alemán en 2009 está preocupada y no sabe si Volkswagen seguirá apostando en el Wolfsburgo.
El primero en calmar los ánimos fue Klaus Allofs, mánager del club: “No puedo decir nada acerca de los procesos en Volkswagen, pero las señales son claras. A día de hoy no cambiará nada respecto al Wolfsburgo”. Además, subrayó que, fijándose en las dimensiones de lo que representa una empresa como Volkswagen, la implicación a nivel financiero en el club es “definitivamente pequeña”.
Aún así, la hinchada blanquiverde teme volver a sus inicios, en los que el club no podía permitirse el lujo de contratar a jugadores de nivel mundial como De Bruyne, Schürrle o Draxler. “La gente se pregunta qué va a pasar si tienen que tomar medidas de ahorro. Todo es muy inseguro“, dice Peter Pander, director deportivo del Wolfsburgo antes de la llegada de Winterkorn a Volkswagen, que recuerda muy bien aquellos tiempos. “Yo abandoné el club antes; y en esa época no estábamos acostumbrados a los enormes medios financieros que llegaron después. En mis tiempos, un sueldo de un millón de euros era ya una barbaridad. Ahora, algunos jugadores cobran nueve”.
A día de hoy el Wolfsburgo es propiedad íntegra de Volkswagen, pero está registrada como sociedad limitada, lo que colocó al Wolfsburgo en su día en el foco de atención de la UEFA por motivos del fairplay financiero. La entidad, cuyo Consejo de Vigilancia está presidido por el madrileño Francisco Javier García Sanz, a la vez presidente de la Junta Directiva de Volkswagen, recibe una cantidad de entre 50 y 100 millones de euros anuales, pero las investigaciones de la UEFA no sacaron irregularidades.