El Girona logra la remontada en un Tartiere en plenas fiestas
El Oviedo se adelantó con un gol de Borja Valle. El empate llegó de penalti antes del descanso: lo transformó Granell. Mata hizo el de la victoria.
El Girona se ha impuesto a domicilio al Oviedo (1-2) en un choque marcado por la solidez defensiva del conjunto catalán, que además controló los tiempos y recuperó el acierto de cara a puerta frente a un cuadro asturiano que no jugó cómodo y no pudo desarrollar su juego pese a adelantarse en el marcador.
El conjunto de Pablo Machín salió más enchufado y protagonizó las primeras llegadas al área con peligro, pero fueron los locales quienes pudieron adelantarse en el marcador tras una falta sacada por Susaeta que despejó Becerra y el posterior remate de Linares en el área, que sacó en boca de gol el portero gerundense.
El Oviedo trabajó las ayudas y se hizo con la posesión del balón por momentos, pero el Girona siguió buscando huecos en la defensa azul y pudo anotar hasta en dos ocasiones, la primera en un saque de esquina que no acertó a rematar a puerta Lejeune, y la segunda en contraataque en el que Amagat vio frustrado su disparo dos veces, primero contra el cuerpo de Borja Gómez y luego atajado por Esteban.
El conjunto azul supo responder a los ataques gerundenses y en la siguiente jugada, en un saque de esquina ejecutado por Susaeta, que se consagra como referente a balón parado, Borja Valle encontró el camino del gol al rematar en el área pequeña con la potencia necesaria para batir a Becerra.
El Girona adelantó líneas y lo intentó con un tiro lejano de Lejeune que desvió Esteban, posicionamiento en el área rival que dio resultado ya que en la siguiente jugada el árbitro sancionaría una falta de Susaeta sobre Mata en el área y la pena máxima la convertiría Granell en gol para poner el empate en el marcador.
En la segunda parte el Oviedo pudo ponerse por delante tras una falta lanzada por Aguirre que se estrelló en el palo, pero fue el Girona el que acabó encontrando el 1-2 tras una internada de Javi Álamo por la derecha que acabó con un centro raso al segundo palo que aprovechó Mata.
La presión del Girona para cortar el juego azul y las continuas faltas pasaron factura al equipo catalán, que acabó jugando los últimos quince minutos de partido con uno menos tras la expulsión de Alcaraz por doble amarilla, factor que no influyó en el resultado final ya que cerró filas y defendió mejor los ataques azules.
Egea metió en el campo a Toché y a Edu Bedia y el equipo se lanzó a por el empate, pero de poco sirvió ante un Girona acertado en un planteamiento que supo anular al rival y que obligó al Oviedo a arriesgar en los últimos minutos, en los que pudo lograr el empate el equipo local y también ampliar la ventaja el conjunto visitante.