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EL EMBAJADOR DE ESPAÑA EN MACEDONIA

Abaroa Carranza: “La gente huye porque les cortan la cabeza”

El embajador de España en Macedonia es biznieto del que fue alcalde de Cádiz de 1927 a 1931 y en el 1936, y nieto del que fue presidente del Sevilla del 1957 al 1961.

Actualizado a
Ramón Abaroa Carranza, embajador de España en Macedonia.
Chema Díaz

—Con su pedigrí cualquiera diría que es cadista hasta donde alcanza la vista, o como mínimo sevillista hasta la muerte. Pero...

—... Pero soy madridista. Blanco confeso. Yo nací en Madrid, y allí crecí y estudié Derecho antes de hacer la carrera diplomática. En fin, pero genéticamente no cabe duda que soy muy del Cádiz y del Sevilla. Soy bisnieto de Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera, que fue alcalde de Cádiz entre 1927 y 1931, y nieto de Ramón de Carranza Gómez de Pablo, que fue presidente del Sevilla del 1957 al 1961.

—Anda, que si levantaran la cabeza...

—Pues se iban a cabrear, seguro. Pero es lo que hay. Yo quiero mucho al Cádiz y al Sevilla. Quiero que ganen siempre, menos cuando juegan con el Madrid. Tengo además una buena excusa. A mi bisabuelo no le conocí y mi abuelo, aunque vivió en Sevilla, se casó con una catalana. Yo soy del Real Madrid, que es el equipo de mi ciudad.

—Macedonia podría ser un destino tranquilo para un embajador. Pero le toca la crisis de los emigrantes. ¿Qué hace al respecto?

—Hacemos todo lo que podemos y España ayuda y va a seguir ayudando. Este asunto compete a Macedonia porque se está dando en sus fronteras, pero ayudamos en todo lo que nos piden. Para un país como este, con sólo dos millones de habitantes, imagine lo que ha sido recibir a decenas de miles de personas prácticamente de la noche al día. Al principio, con tal flujo de gente, estaban agobiados y tomaron la decisión de cerrar las fronteras. Fue el 20 de agosto. Luego las abrieron y ahora están atendiendo a todos los que escapan del terror del Estado Islámico. Ahora les dan tres días para cruzar el país y seguir su viaje hasta el norte de Europa o la posibilidad de quedarse en Macedonia. La mayoría sigue vía Serbia y Hungría con destino a Alemania.

—¿Y las decenas de miles de personas que están en los campos del sur de Macedonia, en Gevgelija, qué pasa con ellos?

—Se les va dando salida poco a poco, pero es una crisis migratoria sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial y no es fácil. Ahora además se les da seguridad con el ejército macedonio, porque antes había robos, atracos, abusos de las mafias... en fin, un drama.

—¿Tiene cifras, número de los refugiados que siguen llegando al país?

—Han llegado decenas de miles y actualmente siguen llegando unas tres mil personas diarias por la frontera del sur del país. Se concentran en Gevgelija y la mayoría siguen viaje hacía el norte para cruzar a Serbia por Kumanovo.

—¿Está al tanto de que el Gobierno de España se apuntó a ayudar y que, luego, alguien ha empezado a echar números y ha venido a decir que Hacienda tendrá que decir lo que hay que gastarse en este problema?

—Todavía no ha habido un reparto de cuotas, pero Europa va a ser solidaria. La parte del león parece que se la va a llevar Alemania, pero esto está aún en estudio. No tengo datos, pero puedo asegurar que la disposición del Gobierno de España es la mejor.

—¿Puede ser un poco menos diplomático y algo más concreto?

—No puedo dejar de ser lo que soy. Pero insisto en que la voluntad humanitaria del Gobierno y del pueblo de España con este problema es la mejor. Estamos ante un caso terrible ante el que no podemos cerrar los ojos. Esta no es una migración por motivos económicos, como tantas otras. Esta gente se va de sus países aterrorizada, huyendo de un Estado Islámico que es horrible. Esta gente no se marcha de sus casas por falta de trabajo, sino porque peligra su cuello, porque al que no sigue las normas del terror le pueden degollar. La gente huye porque les cortan la cabeza. Es terrible. Seguro que el Gobierno español hará lo humanamente posible para dar la mayor ayuda posible.

—¿Cuántos españoles hay viviendo en Macedonia? ¿Ayudan a los refugiados?

—Aquí hay muy pocos. Veinte españoles. Muchos de ellos se dedican al deporte. Raúl González que es entrenador de balonmano del Vardar Skopje. Tenemos también jugadores de fútbol españoles en Macedonia. Todos ayudan en lo que pueden. Pero el puntal de la colonia es Juan Pedro Jiménez, el presidente de Arcelor aquí en Macedonia que ha estado muy activo en la ayuda a los emigrantes. Ahora se marcha, después de cinco años, y vamos a sentir mucho que regrese. Todos lo queremos y ha dejado muy alto el pabellón español por su dedicación y ayuda desinteresadas.