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MACEDONIA - ESPAÑA

Piernas frescas para rematar la clasificación en Macedonia

Del Bosque anuncia cambios ante el colista del grupo, que no tiene opciones ni ánimo. Insistirá con Diego Costa en busca de un acople que traiga goles a la Selección.

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Piernas frescas para rematar la clasificación en Macedonia
Atlas

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Sin pitos pero sin pausa, España debe dejar rematado hoy en Skopje, ciudad natal de la madre Teresa de Calcuta, su ingreso en la Eurocopa de Francia. Le ayudan la debilidad extrema del rival, colista del grupo; el duelo de perseguidores Eslovaquia-Ucrania, que a uno de los dos o a los dos les restará, y el impulso de Oviedo, donde recuperó la memoria y el liderato.

Del Bosque anuncia cambios, para refrescar el equipo y porque con los de Oviedo o con otros debe ganarle a un adversario sin rumbo. Lo dice la clasificación y lo dicen las apuestas: una derrota de La Roja se paga 19 a 1. Macedonia, estado reciente con una superficie similar a la de la Comunidad Valenciana y dos millones de habitantes, nunca estuvo en una gran competición continental o mundial. Número 104 del ránking FIFA, tampoco acudirá a esta Eurocopa, la más barata de siempre. Después de cuatro seleccionadores en cuatro años (Toshack incluido) ahora se ha puesto en manos del serbio Drulovic, que fue estrella en la Liga portuguesa (cinco ligas y tres copas con el Oporto) a finales de los noventa. Dos partidos lleva y dos derrotas suma. La última, el sábado, en Luxemburgo. Tres cuartas partes de sus futbolistas juegan fuera, pero en ligas menores o sin papeles relevantes. Y tiene las bajas de Abdurahimi y Ristovski. Sugirió Del Bosque ayer que ha mejorado desde el año pasado, cuando sucumbió por 5-1 ante la Roja en el Ciutat de Valencia, entonces con Djurovski en el banquillo. Pero es difícil que la mejoría le alcance para asustar a una España más fresca, suelta y alegre. Más cercana, en definitiva, a su brillante historia reciente.

El partido, por tanto, le deja a Del Bosque un margen para la política (De Gea o Casillas), para pensar en el Atlético-Barcelona, para no incomodar demasiado al incomodísimo Mourinho (quizá se ahorre a Cesc de salida) y para alejar a Piqué del ruido. Porque al catalán le conviene que le dé el aire pese a que fue declarado especie protegida, iniciativa a la que se sumaron desde el Gobierno (el ministro del ramo, Íñigo Méndez de Vigo) hasta la Plataforma Proselecciones Deportivas Catalanas. Incluso se limpió un partido en el Bernabéu en noviembre para contribuir a la causa.

Pinta que esta vez sí será titular Cazorla, que durante el verano se ha ido haciendo sitio, y que el seleccionador no jugará con las cosas de comer, Iniesta y Silva, en concreto, nuevas banderas del equipo nacional. Y pinta también que Diego Costa repetirá como punta. Del Bosque entiende que es la insistencia el remedio, que a base de partidos acabará cuajando, que cuadrará el círculo de que el brasileño funcione sin que cambien ni él ni el estilo. Ocho partidos después, el éxito aún está por ver. De él en buena parte depende que España no se vea obligada permanentemente a hacer tanto para marcar tan poco.