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ATLÉTICO DE MADRID

El Cholo Simeone ahora quiere cuidar el balón y busca atacar

Colocar a Óliver con Koke y un gran Griezmann impulsan al Atlético de Madrid. La claridad táctica es clave. Jackson Martínez es un puñal a la contra.

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El Cholo Simeone ahora quiere cuidar el balón y busca atacar
LALIGA

El Atlético de Madrid ha dado una vuelta de tuerca al que ya era un buen método del Cholo Simeone. Esta temporada, además de presionar, de moverse noventa minutos como un sólo hombre, de levantar un muro en torno al portero y de llegar con garra al área rival, el equipo rojiblanco también quiere el balón, también acepta el reto de envolver al rival con jugada larga y está en condiciones de solventar compromisos tan apurados como el de Sevilla con un tremendo golpe de autoridad.

El Atlético inicial de El Pizjuán apenas cambiaba en un jugador con respecto a los que disponía Simeone la pasada campaña: Óliver. Sin embargo, la imagen que dejó el equipo ante el Sevilla mejoró a la de los dos últimos años. Óliver aporta posesión y creatividad, ha vuelto con una madurez impresionante, con capacidad de sacrificio y volcado al juego colectivo. Su inclusión en esa línea medular de granito que ha levantado el Cholo da una pincelada de altísima clase al Atlético.

Pero no sólo es Óliver el inductor del cambio. El Atlético dispone de un clarísimo concepto táctico, que ahora se mueve al menos en dos variantes, con 4-4-2 o 4-3-3, como se vio el domingo. Lo importante es que los jugadores saben su rol, lo ejecutan con precisión (“calidad, no cantidad”) y así consiguieron bloquear y noquear a todo un Sevilla. Simeone ahora quiere también un fútbol atractivo a la vista.

Medular. El núcleo duro rojiblanco está en el centro, sin duda. Gabi-Tiago, escuderos de Óliver-Koke, a su vez lanzadera de Griezmann, y éste el puente hacia Torres. Y atrás un Godín jerarca, con arrasadora personalidad, líder de los movimientos defensivos.

El Plan B es más rápido en cuanto a la salida al contragolpe: con Jackson en punta, matador según se vio en El Pizjuán, punta de lanza envenenada para finalizar las ideas de Griezmann por un lado y Carrasco o Correa por la izquierda.

El Atlético presentó en Sevilla su candidatura a la Liga con una versión rectificada y mejorada de años anteriores. En el bloque tiene su poderío; en la mente clara de su entrenador, la fuerza para competir. Puede aspirar a todo.

Una gran preparación física resulta fundamental

Para conseguir el rendimiento que Simeone saca a la plantilla rojiblanca necesita una preparación física excepcional. La gran base de esta faceta la trabaja el Profe Ortega en las dos semanas que el equipo se concentra en Los Ángeles de San Rafael, en pretemporada. Durante esos quince días, el preparador lleva a los rojiblancos al límite para que cuenten con una solidez física durante toda la campaña. En ese stage se realizan jornadas agotadoras de triple sesión. Ahí reside la clave de la fortaleza de los rojiblancos. Posteriormente, el cuerpo técnico decide cuándo quieren obtener los picos de forma. Ortega sabe que no puede tener a los rojiblancos al máximo durante toda la temporada. Por ello escoge los momentos clave del año para que sus muchachos logren la excelencia física. La meticulosidad en el trabajo del Profe Ortega es máxima y lleva un control riguroso de peso, alimentación y biorritmos de los futbolistas.