Alex: "No somos el United, tenemos que ir paso a paso"
El argentino se reivindicó con un gol y una asistencia como nuevo ídolo en Butarque. "Necesitaba un partido así, lo pasé mal en Dinamarca".
Alex Szymanowski tiene un apellido difícil de pronunciar, complicado de recordar. Ayer, sin embargo, las casi 3.500 personas que dieron la bienvenida al Leganés en Butarque (victoria 3-1 ante el Córdoba) salieron del coliseo pepinero repitiendo constantemente la herencia que le dejó a este joven argentino criado en Madrid su abuelo polaco. Fue la consecuencia de una gran actuación personal. Alex gambeteó, corrió y centró por la banda izquierda con delicada malicia. Suya fue la asistencia con la que Borja Lázaro puso el 2-0 y suya fue la sutil vaselina con la que se certificó el 3-0. Lo celebró con rabia. Con demasiada rabia. El motivo de esta euforia se escondía en su pasado reciente.
“Pasé unos meses complicados en Dinamarca. Sobre todo los últimos meses. Y no es lo mismo pasarlo mal en mi casa que fuera, a tres, cuatro horas de avión, lejos de tu familia. Eran muchos los días que soñé con partidos como el de hoy, con ganar un partido, ante tu gente, con tu familia y amigos. En Madrid. Me quito un peso de encima con la victoria y con el gol”, explicó en zona mixta.
En el minuto 60, Asier Garitano le dio descanso y el público reventó a aplaudir. Había nacido un nuevo mito vestido de blanquiazul, aunque a él, a Alex, le cuesta creérselo. “¿Ídolo? No, ídolo no. ¿Cómo voy a ser ídolo por un sólo partido? Yo lo he dado todo en este partido. Si eso lo agradece la afición, bienvenido sea”, argumenta con una sonrisa en la cara.
A Alex no le gusta tirar las campanas al vuelo. Ni en lo particular, ni en lo colectivo. Por eso no cambia el discurso con el que los blanquiazules han iniciado la temporada. Nada de pensar en ascensos o cotas mayores. “Estamos en la segunda jornada. Esto recién empieza. Ésta es la Liga más larga del planeta. El objetivo es ir día a día. Ir partido a partido. Demostrarnos que somos capaces, pero no volverse locos. Somos el Leganés, no somos el Manchester. Hay que estar tranquilos, competir y luchar como hoy. La gente está reventada del partido. Eso es lo que hay que hacer siempre. Darlo todo. Se gane, se pierda o se empate”, insiste.
Con la goleada frente al Córdoba, los pepineros se sacudieron los fantasmas de la jornada inicial, cuando el Almería les metió tres goles en apenas media hora.
con inusitada intensidad. “Ha sido una victoria fundamental. En casa es vital ganar y sumar, pero también darnos cuenta de que somos capaces de ganar y olvidar el tropiezo del primer partido. Queríamos olvidar cómo empezamos. El partido se perdió en la primera media hora. Por eso era complicado aparecer ante nuestro público y cambiar la imagen al 100%. Se consiguió y hemos disfrutado todos. Dentro y fuera del campo. Pero ya está. Son tres puntos, no es nada más”, concluye.