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BARCELONA

Las ventas de La Masía sirvieron para fichar a Arda y Aleix Vidal

Pedro, Adama y Deulofeu dejaron 48 millones en caja para los 51 invertidos en los refuerzos. En el club saben que no en todas las hornadas saldrán cracks.

BarcelonaActualizado a
Las ventas de La Masía sirvieron para fichar a Arda y Aleix Vidal

El 25 de noviembre se cumplirán tres años desde que Tito Vilanova tuvo la confianza y la habilidad suficiente como para formar un equipo de inicio con once canteranos, un equipo de futbolistas formados en la casa y de los que nueve venían de ganar medio año antes la cuarta Champions League de la institución. Entonces muchos creyeron que formar jugadores era tan sencillo como moldear el barro, pero las cosas han cambiado. La calidad sigue existiendo, pero los técnicos del club consideran que algunos de los últimos talentos debían abandonar la casa (Pedro, Adama y Deulofeu) y con los recursos económicos conseguidos se pudieron casi financiar los fichajes de Arda Turan y de Aleix Vidal.

Vistas así las cosas, en el Camp Nou han sabido darle la vuelta a la situación y comenzaron a sacarle rédito al producto casero, aunque los técnicos consideran que lo mejor para las dos partes era salir. Así, la idea no ha sido otra que reforzar la caja fuerte para invertir en refuerzos. Las ventas de Pedro al Chelsea (28 millones fijos más dos variables), Adama al Aston Villa (diez más dos) y Deulofeu al Everton (seis) —48 en total— hicieron que desde la cuenta corriente del club sólo tuvieran que salir tres millones para comprar a Arda Turan al Atlético (34 más siete en variables) y Aleix Vidal, por el que se le abonaron al Sevilla 17 millones (51 de gasto).

Quintas. Los últimos canteranos en llegar a la plantilla serían Munir y el canario Sandro. La mejora de sus contratos incluían cláusulas que les abrían las puertas del grupo profesional. Por la imposibilidad de fichar y la confianza de Luis Enrique, ambos se mantienen en la nómina del primer equipo. Con la lesión de Alves, el entrenador tiene en mente a Sergi Roberto, aquel interior que prometía mucho, que el técnico creyó ver como pivote defensivo (jugó la pasada temporada un partido en esa posición) y que ahora utilizará como lateral derecho. Los chicos de La Masía (hay una docena de representantes en la actual plantilla) son los primeros que entienden que cada hornada es diferente y que no en todas saldrá un Xavi, un Iniesta o una terna como la de la generación de 1987 con Piqué, Fàbregas (ahora en el Chelsea) o Messi para formar uno de los mejores equipos de la historia.