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ALMERÍA 3 - LEGANÉS 2

Iago Díaz, líder de un Almería que impone respeto

Iago Díaz, por partida doble, y Quique sentenciaron el partido en 25 minutos. El Leganés no fue rival y acortó distancias al final con gol de Paco Candela.

AlmeríaActualizado a
Iago Díaz, líder de un Almería que impone respeto
LALIGA

Pretendía Sergi que el Almería fuera de incógnito, que su inicio fuera lánguido pero efectivo, por eso de que sus rivales no plantearan choques férreos al vérselas con un favorito. Pero no lo ha conseguido. El cuadro andaluz dominó y se gustó ante un Leganés que planteó un partido de posesión sin mordiente y con un Mantovani y Albizua, al igual que el resto de la zaga, excesivamente fallones.

La chispa la tuvieron los rojiblancos, entre sus tres atacantes, Iago Díaz, Quique y Chuli se lo guisaron, y también se lo comieron. Los madrileños tan solo dieron síntomas de vida al final del encuentro, donde metieron el miedo en el cuerpo a los almerienses, recortando a un gol la distancia inicial de tres tantos.

Garitano quiso jugar al fútbol, con Sastre, Omar y Galarrate tendrá garantizados minutos de posesión a lo largo de la temporada, pero carece de determinación en la última fase, la que cuenta y da los goles. El Almería supo plantear un partido de contención y salidas eléctricas, con un Fatau más que seguro y correcto y un Montoro en las mismas condiciones. Corona está para dar el último pase.

El partido parecía estar prácticamente sentenciado en la primera media hora, Iago Díaz en dos ocasiones y Chuli tiraron de conexiones, velocidad y aprovecharon los errores en la defensa del Leganes para darle una alegría a su afición, que no disparó a portería hasta el minuto 32 de la primera mitad.

En la segunda, Garitano intentó que su fútbol fuera más directo, dio entrada a Guillermo, Miramón y Candela para conseguirloy y le llegaron a meter el miedo en el cuerpo a los rojiblancos. Un miramón activo y un Candela acertado modificaron el guión. Disfrutaron de ocasiones a balón parado, y en una de esas Candela mandó a la escuadra un balón perfectamente tocado con su pierna derecha.

El gol hizo de desfibrilador para un Leganés en coma, se echó arriba y en esas llegó el segundo, esta vez de Guillermo, pero unos segundos después el colegiado decidió que el encuentro había terminado.