ELCHE
La AFE interviene entre club y plantilla para evitar el descenso
Quedan siete días para poner al día la deuda con la plantilla. El Elche ofrece la pignoración de derechos de la 15/16 para garantizar el pago.
La cuenta atrás avanza sin descanso para el Elche. Quedan siete días para que llegue el 31 de julio y finalice el plazo que marca la Liga de Fútbol Profesional para poner al día la deuda con la plantilla. De lo contrario, la entidad que dirige Juan Anguix sufriría otro descenso administrativo. En esta ocasión, a Segunda División B. El director deportivo de la Asociación de Fútbolistas Españoles (AFE), Santiago Nebot, y su gerente, el exfranjiverde Luis Gil, se reunirán hoy con los jugadores que quedan de la pasada temporada y con el Consejo de Administración para tratar de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
La AFE va a actuar como mediadora en esta difícil situación, con una deuda total acumulada con la plantilla de 7’2 millones de euros, para conseguir que el club gestione bien los recursos que va a tener en Segunda División para poder evitar el descenso. La deuda mínima que hay que abonar asciende a 1’2 millones de euros, que es la cifra neta de la prima por la permanencia de la temporada 2013/14. Esa cantidad es inaplazable porque, en caso de retrasar el cobro otra vez, los profesionales perderían las garantías que da La Liga. El IRPF podría retrasarse para más adelante porque no es exigible antes del 31 de julio. El resto de la cifra neta a pagar a los jugadores (unos 2’3 millones de euros) habrá que negociarlos con los profesionales del pasado curso.
La opción que propone el Elche pasa por pignorar lo que queda de los ingresos del próximo curso a favor de la AFE para garantizar el pago cuando empiece a llegar el dinero líquido a las arcas de la entidad. Para que los representantes acepten, el conjunto ilicitano debería aportar un adelanto para los futbolistas, que podría estar en torno al 20%. El resto se abonaría antes de final de año, siempre garantizado a través de la AFE. El club también negocia la salida de algunos jugadores importantes con dos objetivos. Por un lado, rebajar la deuda. Y, por otro, aligerar la nómina de cara a la próxima temporada. La crisis obliga a afrontar una economía de guerra.
El Ayuntamiento se desmarca de la gestora
El Ayuntamiento del Elche aclaró ayer que su papel en la crisis de la entidad ha sido el de actuar como mediador para intentar que todas las partes que quieren ayudar a evitar el descenso administrativo unan sus fuerzas y apoyen económicamente a la entidad. El Consistorio hizo un comunicado para recordar que esta situación les ha llegado “heredada” de la anterior legislatura y que su intención ha sido “poner de acuerdo a empresarios ilicitanos en una reunión para que participen en el pago de las cantidades a las que la entidad tiene que hacer frente para garantizar la viabilidad del club”. También quiso informar que “no ha acelerado, en ningún momento, el relevo y la puesta en marcha de una gestora ni ha nombrado presidente de la misma”. En la reunión del miércoles se propuso como candidatos a los empresarios Francisco Borja y Sergio Ros, que declinaron la propuesta, y se barajaron las opciones del ex alcalde Alejandro Soler y Cesar Nohales, del Grupo Eiffage.
Rodrigues quiere dejar el Elche
La operación salida sigue calentando motores en el Elche. A la inminente salida de Pedro Mosquera, con destino del Depor en calidad de cedido, puede unirse la de Garry Rodrigues. El internacional caboverdiano ha regresado esta semana a tierras ilicitanas, pero aún no se ha puesto a las órdenes de Rubén Baraja. Su deseo es marcharse a otro club pese a que no tiene cláusula de liberación en caso de descenso de categoría. Le restan tres años más de contrato.
El Elche ve con buenos ojos el adiós de Garry Rodrigues si es a cambio de la cantidad que se debe al Nàstic de Tarragona por su traspaso: 1.450.000 euros. El futbolista llegó al Martínez Valero procedente del Levski Sofía, pero utilizó al club catalán como puente de transición para jugar cedido como franjiverde y poder esquivar la barrera presupuestaria que marcaba el control económico. Junto a esa cantidad también se le adeudan las últimas cinco nóminas de la temporada anterior y la prima que le corresponde por la permanencia del curso 2013/14. Junto a Rodrigues y Mosquera, Adrián y Lombán también quieren irse a otro equipo, aunque están siendo más profesionales y continúan trabajando a las órdenes del Pipo.