Ceballos se luce y conduce a España a semifinales

Ciertos futbolistas disfrutan bajo presión. Suele ser la diferencia entre los que llegan a la élite y los que se quedan por el camino. Dani Ceballos pertenece al primer grupo. Ayer pensó en el vuelo de vuelta a casa, en lo que ha costado llegar a la fase final... y decidió que él no había venido hasta Grecia para irse a las primeras de cambio. La primera parte del bético fue un recital.

A los ocho minutos una combinación entre Ceballos y Asensio terminó en un centro del balear que Mirani introdujo en su propia portería. Sólo cinco minutos después, el sevillano filtró un pase a Pedraza de esos que se repiten una y otra vez en los telediarios del día siguiente, pero Drommel detuvo el mano a mano.

La Rojita rozó la perfección en la primera mitad. Posesión y profundidad, pases cortos y largos. Una lección de buen fútbol a la que sólo le faltó el segundo tanto, que pudo llegar en un mano a mano de Merino que se marchó desviado por escasos centímetros.

En el fútbol y más en un Europeo, no suele existir premio sin sufrimiento. En el 54’, un dudoso penalti de Meré que transformó Van Amersfoot obligó a España a vivir un final de encuentro de infarto.

La Rojita tuvo cinco minutos de desconcierto, pero pronto se repuso. Volvió el control del choque y llegaron nuevas ocasiones, pero la Selección pareció gastar todas sus balas en el debut ante Alemania. En el 60’, un gran centro de San Emeterio desde la derecha lo remató desviado con la zurda Mayoral por poco.

El plan de Holanda en los últimos minutos fue tan rudimentario como desesperado: balones colgados a Van Amersfoort y a esperar que la moneda saliera cara. Pero Rodrigo, que estuvo inmenso todo el partido, los despejó sin descanso.

España se las verá en semifiniales con Francia. Final anticipada. Se sufrió, pero el objetivo está cumplido. El arte de Ceballos fue demasiado para los holandeses.