NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID

Con Ancelotti llegaron Bale (101), Isco (30) e Illarramendi (39)

Bale fue el Galáctico de aquel curso, aunque el culebrón se alargó hasta casi el cierre del mercado. El galés llegó con la cifra récord de la historia del fútbol (101 millones).

MadridActualizado a
Con Ancelotti llegaron Bale (101), Isco (30) e Illarramendi (39)
AStv

Ancelotti siempre fue hombre de club. Tenía hecho un máster en la materia gracias a sus años triunfales en el Milán de Silvio Berlusconi (pese a las injerencias continuas de Il Cavaliere levantó dos Champions). Siguió en el Chelsea de Abramovich y completó su preparación antes de aterrizar en el Bernabéu con el jeque dueño del París Saint Germain (Nasser Al-Khelaifi). Al Madrid llegó de la mano de Florentino, que fue junto a José Ángel Sánchez el que trazó los fichajes estratégicos del primer verano de Carletto.

Bale fue el Galáctico de aquel curso, aunque el culebrón se alargó hasta casi el cierre del mercado. El galés llegó con la cifra récord de la historia del fútbol (101 millones). Al estar Cristiano en la izquierda, la banda derecha fue para el galés. Ahí estaba Di María. Ancelotti, genio, se inventó una línea de tres incrustando al Fideo y así ganó la Décima.

El club decidió también españolizar la plantilla y por eso fichó a dos campeones de Europa Sub-21: Isco e Illarra. Muy barato el primero en vista de su gran rendimiento (30) y muy caro el segundo (39). Carlo logró reconvertir al malagueño en un centrocampista total, que hacía kilómetros pese a ser un jugón. Tampoco pidió Ancelotti a Carvajal, pero celebró que el club lo repescase del Bayer Leverkusen por un total de 6,5 millones de euros.

El italiano no pidió nada en concreto, pero los cuatro fichajes (a los que se añadió el ascenso de Casemiro del Castilla al primer equipo) le dejaron satisfecho. Respondió ganando la Décima, la Copa (sin Cristiano en la final), la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. La inversión de ese verano, superior a los 176 millones de euros, se justificó con la cuenta de resultados: primera vez en la historia del club que se ganaron cuatro títulos en un año natural. Una gesta del italiano que no evitó, meses después, su despido.