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REAL MADRID | TRAYECTORIA DE BENÍTEZ (VI)

Rafa Benítez, buen comienzo en Nápoles y final con reparos

Tras salir del Chelsea, De Laurentiis le convenció para ir al Nápoles. Levantó dos trofeos, pero no se libró de recibir críticas. El 3 de junio firmó por el Madrid.

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Rafa Benítez, buen comienzo en Nápoles y final con reparos

Rafa Benítez volvió a hacer el trayecto Inglaterra-Italia en junio de 2013 tras dejar el Chelsea para coger las riendas de un relanzado Nápoles. En San Paolo volvía a correr desaforada la ilusión tras finalizar subcampeones de la Serie A la temporada anterior con Walter Mazzarri, ahora en el Inter.

En su primera conferencia de prensa le tendió la mano a los tifosi del club partenopeo. “Llamadme Rafè (Rafael en dialecto napolitano)”. Y como Don Rafè le trataron sus dos años allí. Al llegar asumió la salida de Cavani, la estrella del equipo, que al menos dejó 64 millones en caja. Como en Liverpool, diseñó un Nápoles a la española. Firmó de una tacada a Callejón, Albiol y Reina (más tarde llegarían Doblas, David López y Michu). Les unió a Higuaín por 40 ‘kilos’ y tiró de ironía cuando le preguntaron por Mascherano. “Sí, también me gusta Kim Basinger...”. Sobre todo, pidió paciencia a la volátil hinchada. “Sin prisa pero sin pausa”, fue una frase que acuñó. La otra, que para ganar quería a equipo, directiva y afición, “spalla a spalla (“hombro con hombro”)”.

En su primera temporada, la 2013-14, ganó la Copa por 3-1 a la Fiorentina tras haber dejado en la cuneta también al Roma y al Lazio amén de mantener la plaza Champions. En la segunda levantó otro trofeo, la Supercopa, esta vez frente a la intratable Juventus en los penaltis tras lograr el un milagro, el 2-2 en el 118’. Nápoles no veía dos títulos en un mismo año natural desde 1989...

Pese a todo, durante el bienio napolitano Benítez recibió un rosario de críticas. Por cómo utilizaba a Hamsik y Maggio, el fracaso de fichajes como Jorginho y De Guzmán, y le salpicaron polémicas con Callejón (le expulsó de un entrenamiento) e Higuaín. También varios tropezones en Europa. Cayó en la fase previa de la Champions contra el Athletic y la derrota por 2-0 ante el Young Boys en la Europa League le puso a la ciudad en contra. El 72% de los aficionados pidieron su destitución en una encuesta de Il Mattino. La puntilla fue caer con el Dnipro en semifinales con gol de Seleznyov en San Paolo en flagrante fuera de juego. El final de la pasada temporada fue negro. El 12 de mayo el Juez Deportivo le sancionó con un partido “por salir del campo gritando ‘Este es el fútbol italiano de mierda’ tras el Parma-Nápoles”. Luego se le escapó la Champions perdiendo primero ante una Juve ya campeona y luego pinchando en el último partido a vida o muerte contra el Lazio (2-4). El Nápoles cerraba la temporada con 54 goles encajados; no recibía tantos desde hacía 68 años...

A la sombra del Vesubio a Benítez le afectó lo que algunos analistas italianos denominan el Síndrome Maradona. La querencia de los tifosi napolitani a seguir viéndose como el equipo que dominó el país con El Pelusa en vez de asumir la realidad de un club que en la 05-06 estaba en Serie C y al que el empresario Aurelio De Laurentiis rescató de la bancarrota.

Benítez anunció su marcha el pasado 29 de mayo sin reconocer aún que se iba al Bernabéu. El 2 de junio aterrizó en Madrid y se despidió de la afición de su ya exequipo a través de su web. “He pasado dos años inolvidables en Nápoles, gracias de corazón”. Al día siguiente, Florentino le presentaba al madridismo. Era su décimo entrenador desde 2010 tras Del Bosque, Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Pellegrini, Mourinho y Ancelotti. Emocionado, Rafa aseguró que cerraba “un círculo en el club”. Tras el Benítez canterano y el Benítez técnico de La Fábrica, ahora empieza el Benítez entrenador del Real Madrid.