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CAFÉ, COPA Y FÚTBOL

“El Atleti ganará la Champions y dos Ligas más con el Cholo”

Coti es un rockero puro de sangre argentina a quien le late Madrid en su corazón. A Diego Maradona y Lionel Messi les tiene en un altar futbolístico.

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“El Atleti ganará la Champions y dos Ligas más con el Cholo”

Empieza como intérprete, luego se dedica a componer éxitos para otros hasta que decide volver a agarrar un micrófono.

—Grabé mi primer disco con una banda en Rosario en 1993, tenía 20 años y todas las canciones eran mías. Hacía los arreglos y tocaba varios instrumentos, la guitarra, el bandoneón y los teclados. A partir de ahí conocí a los hermanos Calamaro, Javier y Andrés, y empezamos a trabajar juntos. Fue la época en que me relacioné con grandes artistas como Mercedes Sosa y Charly García. Siempre tuve mi proyecto en la cabeza pero había que sobrevivir en el mundo de las facturas. Tuve dos mellizos con 22 años y eso te marca la vida. Me vi en la necesidad de salir adelante, y eso me puso las pilas. Años después volví a ser padre de otros dos mellizos, ya ves, en fin, siempre doble platino.

—¿Qué ha supuesto Madrid para los rockeros argentinos?

—Muchísimo. Madrid fue la primera parada del exilio en la época de la dictadura argentina. Llega la familia Stivel, entre otras, y sus hijos se crían en Madrid y empiezan a generar algo diferente, ese rock mestizo que fue de ida y vuelta durante 40 años. Luego llegó Moris, Los Rodríguez,… etc. Yo soy una tercera generación, diría, de este mestizaje. Nosotros también recibimos en los sesenta y setenta influencia de los grandes cantautores españoles como Aute, Paco Ibáñez, Serrat y otros muchos. Y ese intercambio nos ha enriquecido tanto a los músicos españoles como a los argentinos.

—Tequila, con Alejo Stivel y Ariel Roth, rompen con todo aquí en España.

—Desde luego, bueno, Tequila rompen aquí, pero en Argentina no tuvieron tanta trascendencia, quizá porque no había la cantidad de canales de información que existen ahora. Se sabía que había dos argentinitos en España montando un lío, pero poco más. Luego ya, con Los Rodríguez, la cosa cambia.

—Artistas argentinos con un acento madrileño a los que unía, también, el paisaje urbano que les rodeaba.

—Eso fue fundamental, el paisaje urbano, lo que pasa en la calle y lo que se siente ahí bajo las farolas y entre el ruido de una ciudad moldeada con gente de muchos lugares. La gran metrópoli como escenario de historias de gloria y de frustración. La gran ciudad, Buenos Aires y Madrid. No me imagino describiendo situaciones fuera del planeta urbano, no le canto al campo ni a la playa. No soy un cantante country, vamos.

—Y el fútbol siempre latiendo bajo la piel, la de los argentinos y la de los españoles.

—Por supuesto. El fútbol también ha sido esencial a la hora de tender esos lazos. Es una pasión popular que va muy pegada a la música, sobretodo en Argentina, donde las hinchadas se nutren constantemente de canciones populares. Uno se puede sentir orgulloso de que le den premios, pero para mí es tremendo que canten alguna canción mía en la cancha.

—De todas formas, los rockeros argentinos le han cantado más al fútbol que sus colegas de España.

—Yo creo que el rock y el fútbol en mi país atraviesan la realidad y la emoción. Igual que el tango. Son tres expresiones populares que están continuamente presentes en el inconsciente colectivo.

—En la época moderna hay dos grandes figuras del fútbol argentino, Maradona y Messi, aunque con cargas literarias distintas. La estela de Diego es demasiado poderosa.

—Sí, tengan en cuenta que Maradona hizo dos goles históricos a Inglaterra en la historia del fútbol mundial y en aquel tiempo posterior a la guerra de Las Malvinas. Esos dos goles, uno grandioso y el otro, si se quiere, más golfo, supusieron para los argentinos un empujón emocional indescriptible. Maradona es un poeta y la “mano de Dios” es una de las respuestas más brillantes que yo he escuchado a un futbolista. ¿El gol fue con la mano?, le preguntaron, y el respondió: ‘Con la mano de Dios’. Hay que ser un genio para decir eso. No existe mentira en esa respuesta. En sus reflexiones futbolísticas Diego está al nivel de Borges.

—Maradona ha logrado que le perdonen todo, ganar un Mundial metiendo un gol con la mano, sus problemas con las drogas y la justicia y su desfigurada etapa como entrenador.

—Nadie puede ser ejemplo para nadie. Si empezamos a rascar en la vida de cada personaje nos podemos quedar solos. Hay que tener cuidado con estas cosas. El ejemplo de Diego está en la pasión, en el talento y en la inteligencia. Lo que él hizo en su oficio no está al alcance de nadie.

—¿Messi logrará alcanzar el nivel de Maradona?

—Es posible, pero a mí estas comparaciones no me interesan. Leo es otro tipo de jugador, y muy grande, también. Ser el mejor jugador del mundo con millones de futbolistas pateando el balón en el planeta no es fácil y ahí está Messi.

—A Messi le falta ganar un Mundial.

—Es complicado meter ese tipo de presión. Ufff, es como querer tener muchos dioses. Tuvo la oportunidad en el pasado Mundial de Brasil y no ocurrió, bueno, qué le vamos a hacer. No creo que eso haga sombra a su genialidad.

—¿Y qué le dice Cristiano Ronaldo?

—Cristiano no está a su nivel para nada, ni nunca lo estuvo. Para mí es más márketing que otra cosa.

—¿Hasta qué punto a los argentinos les atormenta el grandioso palmarés de Brasil?

—Nos ilusionamos mucho con el Maracanazo del pasado Mundial. De ahí el “¡Brasil, decime qué se siente!”, esa canción que se entonó tanto adaptando un tema de la Creedence. Fue una lástima, quizá lo vivan nuestros hijos o nietos, en fin.

—¿De donde cree que viene esa relación tradicional del argentino con el Atlético de Madrid? Juan Carlos Lorenzo, Ayala, Heredia…, ahora el Cholo.

—Bueno, se dice que la hinchada del Atleti es lo más parecido a la hinchada del fútbol argentino. Una afición apasionada y sufridora que vive por su camiseta. Luego, también está la atracción que se siente en Argentina por artistas españoles que son del Atleti, como Joaquín Sabina. Muchos gitanos músicos también son atléticos, como los Carmona, mis amigos y los que me inyectaron la pasión por el Atleti. Además, cuando vine a vivir a Madrid recalé en una casa cerca del Cerro del Espino, donde entrena el equipo. En esa época conocí a Maxi Rodríguez y al Kun Agüero y aún mantenemos la amistad.

—¿El Kun Agüero le llegó a comentar su flirteo con el Real Madrid?

—(Sonríe) No, no me lo comentó. Se lo llegué a preguntar pero no me dijo nada. Yo creo que no hubo nada de eso.

—¿Cómo cree que acabará la etapa del Cholo en el Atleti?

—Pues…. quizá con una Champions y un par de Ligas más. Con un par de buenos refuerzos eso está hecho.

—¿Si le llamara Florentino Pérez para componer una canción para el Real Madrid se pondría manos a la obra?

—No, así de claro. Quizá en otro momento cuando estaba más necesitado de plata y tenía que darle de comer a mis hijos, quizá, ahora no. Al Atleti sí se la haría, con mucho gusto y gratis.

—¿Cómo entiende que el Real Madrid con ese presupuesto desmesurado se haya quedado este año sin ganar nada?

—Yo creo que, al final, se les ha caído la careta. Es un club con muy buenas individualidades pero como equipo no funciona. Es fundamental en cualquier faceta de la vida generar un espíritu de equipo, el fútbol no es un deporte individual y eso el Madrid parece que no lo entiende. Las grandes estrellas dejan de serlo cuando se empeñan en trabajar para sí mismas. Y tengo muy claro que la Champions anterior, la Décima, tampoco merecieron ganarla. Esa copa debió ser del Atleti.

—¿No le parece que su amigo Messi también peca un poco de ese espíritu individual? En el Barça se hace lo que él quiere.

—La diferencia es que el equipo es Messi. Jugando con gente que juega para él ya hay equipo y eso lo tiene claro todo el conjunto. Todos, desde el primero al último, saben que tienen que jugar para Messi y saben que eso es jugar para el equipo. Y el liderazgo de Messi le ha ido muy bien al Barça. Esa es la diferencia, porque en el Madrid no se sabe muy bien para quién se juega, si para Florentino, Cristiano, Mourinho, en su época… Y todos peleados, esa es la verdad, no me invento nada. Me van a odiar muchos, pero es lo que pienso.

—¿A qué equipo animó en la final de la Champions?

—Al Barça, desde luego. Aunque la Juve es un equipo que también me cae muy bien, pero apoyé al Barça, sin ninguna duda.

—“Qué esperás” es el título de su nuevo disco, ¿qué espera de él?

—Yo creo que estoy en un momento en el que tengo muy claro lo que quiero musicalmente hablando. Eso me genera una gran carga de trabajo y responsabilidad, porque he alcanzado un punto de libertad que exige mucho.

—Ha compuesto canciones para artistas de estilos tan opuestos como Sergio Dalma, Julieta Venegas o Enrique Iglesias, lo que demuestra que una buena canción puede con todo.

—Yo creo que la canción es un género universal, más allá de estilos. Cuando uno empieza a destilar la melodía se queda con una semilla, que es la palabra cantada. Cualquier buena canción puede ser cantada y versionada por cualquier intérprete y en cualquier estilo. Un buen tema soporta todas las vestimentas. La sustancia es lo que cuenta.

—Ha llegado a declarar que sus canciones son más conocidas que usted, ¿Cómo lo lleva?

—Muy bien, con mucho orgullo. No está mal, ahí perdura mi obra en el corazón de los otros. Un día hice un chiste con este asunto y dije que, de esta manera, podía cobrar los derechos de autor sin tener que firmar autógrafos por la calle.