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ESPANYOL

El número de lesionados desciende una campaña más

El Espanyol sigue siendo de los equipos de la Liga con menos bajas médicas. El reto de la próxima temporada es mejorar la nutrición y suplementación.

Actualizado a
Sergio García.
Salvador sasDIARIO AS

La temporada del Espanyol ha sido notable. Varios son los factores que han provocado que, nueve años después, el equipo entrase en unas semifinales de Copa y que la palabra Europa volviese a sobrevolar la entidad. Pero no solo ha logrado Sergio González sacarle el máximo rendimiento a la mayoría de jugadores de su plantilla, sino que también el cuerpo técnico ha mejorado los números. En este sentido, su relación con el servicio médico, por ejemplo, ha permitido que haya habido una mínima influencia de las bajas médicas en la plantilla y una muy buena disponibilidad de jugadores en la mayoría de las jornadas del campeonato.

Una temporada más, el Espanyol ocupa la parte alta de la clasificación de equipos que menos lesiones han padecido. En concreto, ha habido 10 lesiones musculares que hayan supuesto mas de cinco dias de baja en todo el curso y ninguna de ellas ha superado las tres semanas de duración. Es más, sumando los partidos de baja de todos los futbolistas, el número de jornadas perdidas sería de 32, una cifra testimonial teniendo en cuenta que hay cuatro conjuntos de Primera que superan las 100.

Los números son, incluso, mejores que los del curso pasado. “La valoración es muy buena. La comunicación y la coordinación con los técnicos es fenomenal y eso es vital. Es básico para la prevención y para la asistencia. El grupo humano tiene mucha implicación. Eso siempre suma y añade un valor al trabajo. Eso se ha traducido en resultados. Los jugadores también están satisfechos con la labor que estamos haciendo”, comentó Antonio Turmo, jefe de los servicios médicos del club.

Para que el índice de lesiones se reduzca son claves dos factores: la experiencia de los profesionales y la implicación de los jugadores. “Este año se ha podido aplicar de forma más directa los programas preventivos. Cada vez tenemos más experiencia. Los circuitos son más fáciles y los jugadores se van convenciendo. Hemos progresado”, asegura Turmo, quien añade: “Los jugadores están seguros de lo que hacen porque saben que actuamos de buena fe y que les ayuda a mejorar”. La técnologia aplicada del CAR de Sant Cugat ayudan a detectar factores de riesgo en cada jugador, o lo que es lo mismo, que parte de su musculatura es más propensa a lesionarse. “Son tests orientados a la prevención, de valoración funcional de carácter médico. Las pruebas médicas convencionales (analíticas, ecocardiografia…) se realizan en la Creu Blanca, pero las que hacemos en el CAR nos permite diferenciar los riesgos de lesión de cada jugador. Los clasificamos y focalizamos el trabajo en esa dirección”, argumenta Turmo. Un metodología que está dando sus frutos.

Con el ímpetu de seguir mejorando en su área, la próxima temporada los servicios médicos se ponen el reto de mejorar en la “nutrición y la suplementación alimenticia”, quizás un campo en el que aún hay muchas vías por explorar y que puede ayudar también a los futbolistas.

La plantilla, que ya está de descanso hasta la primera semana de julio, tiene un plan de mantenimiento, adecuado a sus características fisiológicas. Habitualmente, los primeros diez días sí que pueden ser de descanso total. Luego, hacen ejercicio todos los días o practican otros deportes. A partir de ahí, cada uno sigue su plan. Todo está programado.

Tres casos peculiares: Montañés, Caicedo y Sergio

Hay tres casos en la plantilla que vienen a colación del análisis médico anual. Paco Montañés es el jugador que más problemas físicos arrastró, sobre todo en el primer tercio. El extremo, jugador explosivo, pudo pagar las diferencias en el sistema de entrenamiento, aunque en la segunda parte del campeonato, con el trabajo preventivo más consolidado, apenas sufrió contratiempos. Un caso similar al de Felipe Caicedo. El ecuatoriano no ha gozado de un año al cien por cien por la fascitis plantar que le impidió realizar la pretemporada y algunos problemas en la espalda, los que precisamente se está tratando en su país. El delantero, con pocos factores de riesgo y una gran capacidad atlética, puede mejorar más con bases de trabajo físico.

Pero, sin duda, que el jugador más particular es Sergio García, una roca en las últimas dos temporadas y medias. Varios son también los factores de mejora del delantero perico, quien la madurez le ha llevado a conocer mejor su cuerpo y a saber explotarlo al máximo. Lo suyo es un pez que se muerde la cola. El no lesionarse y tener continuidad le ha ayudado a alcanzar su mejor juego.