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LA SITUACIÓN INSTITUCIONAL DEL CLUB

Betis: ascenso y cerco a Alaya

El Betis se dispone a subir a Primera justo cuando varias decisiones y sucesos apuntan al final de ese ciclo judicial que abrió el 23-7-2010 un auto de la jueza Mercedes Alaya.

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En entredicho. Actuaciones suyas más decisiones judiciales ponen a Mercedes Alaya en entredicho.

Betis, sí; EREs, no. Hace tiempo que una afirmación corría por los corrillos judiciales de Sevilla: no iban a ser los famosos EREs y sí el llamado Caso Betis, con todas sus circunstancias, el hueco material en el duro blindaje de la célebre jueza Mercedes Carmen Alaya Rodríguez. El 23-7-2010, Alaya suspendió con un auto judicial de medidas cautelares los derechos políticos del 51,4% del paquete mayoritario de acciones, que Manuel Ruiz de Lopera (Farusa) acababa de vender a Bitton Sport, empresa controlada por el financiero Luis Oliver. Desde ahí, el Betis lleva cinco presidentes y cinco administradores judiciales. Pero...

Fiscalía y querella. En el preciso momento en que el primer equipo verdiblanco se dispone a consumar el retorno a Primera División (Liga BBVA), el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) estudia una querella de 192 folios que el pasado día 11 presentó contra Alaya el abogado Alfonso de Contreras Vilches en nombre de Oliver/Bitton. Esos 192 folios detallan las razones por las que los querellantes (Bitton) consideran la situación actual Betis como “el mayor caso de prevaricación de la historia de Andalucía” (comenta el abogado Joaquín Zulategui): eso, después de que la Fiscalía sevillana haya pedido “hasta 15 veces” el alzamiento de las medidas cautelares, se añade.

Detalles. La admisión de la querella a trámite se estudia en estos momentos en el TSJA por un juez especial: Juan Ruiz Rico. Se espera una decisión en breve. Los principales argumentos para esgrimir que Alaya deseaba obtener “el control absoluto del Betis” residen en escuchas telefónicas a Oliver no autorizadas por la Fiscalía y sin fundamento legal; en la proximidad ‘evidente’ del marido de Alaya, Jorge Castro, a Francisco Estepa, actual administrador judicial bético (se aportan pruebas de relaciones profesionales entre Castro y Estepa)... y, en fin, en que Alaya procesó a Oliver y lo involucró en el Caso Betis (también con oposición de la Fiscalía), por comprar parte de las acciones que Lopera controlaba en el Betis “a sabiendas de que eran litigiosas” (según Alaya): y eso, solo porque la jueza albergaba dudas de la legalidad de parte de las acciones que Lopera (vendedor a Oliver) compró en 1992. En 2010, la Audiencia de Sevilla refrendó la legalidad de esa compra, aunque los demandantes particulares insistieron a posteriori en los Juzgados sevillanos de lo Mercantil: eso, a partir de 2011, 19 años después del presunto fraude. El letrado de Oliver matiza que en el Código Penal no existe el “absurdo delito” de la compra de acciones litigiosas y añade: “Es una mera argucia para asegurar el mantenimiento de las medidas cautelares y mantener el control del Betis”. Según la querella, el relato de la magistrada era “pura fantasía” y se ha revelado “completamente falso”. “Incluso si Lopera hubiera disparado contra todos ustedes en 1992, no podrían demandarle para traerle a juicio más de 20 años después”, apuntó García Quiles, del bufete sevillano Montero-Aramburu, que se ocupa de la defensa de Ruiz de Lopera.

Calle. El frente común de alayistas, antiloperistas y antioliveristas ha recibido otros reveses (Alaya, cada vez más aislada, también viene padeciendo decisiones adversas en los EREs): tras demanda de los abogados de Lopera, la Audiencia sevillana apartó de las actuaciones, a principios de este mismo mes, al magistrado Juan Antonio Calle Peña, sobrino de un miembro de la Liga de Juristas Béticos: esta fue una de las plataformas ad hoc que firmó la querella inicial contra Lopera... que Alaya hizo suya. Las otras fueron Béticos por el Villamarín y Por Nuestro Betis.

Mel y Oliver. Ya bajo control de Oliver, en 2010-11, se integró la base del equipo que en 2015... guía la carga del Betis hacia Primera: son el entrenador, Pepe Mel, y los ya veteranos artilleros Rubén Castro y Jorge Molina, (al que ya ató Lopera) responsables de un 70% de los tantos béticos que sellan el retorno. El turbulento Betis despide con éxito la temporada 2014-15. Ahora, que hablen los tribunales.