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OVIEDO 1 -CÁDIZ 1 | PLAYOFF A SEGUNDA

Cervero equilibra el gol de Jona; decidirá el Ramón de Carranza

El revulsivo del equipo carbayón equilibró en los minutos finales el gol de Jona en medio de un espectacular ambiente en el Tartiere. Decidirá Carranza.

Actualizado a
Oviedo-Cádiz, todo en el aire.
Oviedo-Cádiz, todo en el aire.NACHO CUBERODIARIO AS

Jona y Cervero, dos delanteros con instinto, dos zarpazos. Oviedo y Cádiz tiraron de sus recursos más clásicos para presentar candidatura al ascenso y el partido terminó en tablas. Un empate sin demasiado brillo, en un duelo engullido por la ansiedad. Los dos equipos no llevan bien eso de estar alejados de la élite. El Cádiz toma ligera ventaja en una eliminatoria que se resolverá en el Carranza. No parece seguro hacer apuestas; da la impresión de que se decidirá en algún detalle.

Rugió el Tartiere a modo de saludo, se engalanó la grada de colores azul y blanco, y algo de amarillo también, y el protagonismo pasó al césped. Como era de esperar, el partido tuvo menos nivel que la preparación previa. Los teloneros se impusieron a los artistas principales. Con la tensión como nota dominante, Oviedo y Cádiz entraron en la eliminatoria recordando en cada acción que los errores a estas alturas tienen una pena agravada.

La sensación desde el principio es que el Cádiz se encontraba algo más cómodo. Lanzó como aviso un par de córners cuando no se había cumplido el tercer minuto. El Oviedo tenía el balón, sí, pero el Cádiz parecía feliz con la situación. A los 25 minutos se vio una jugada confusa, fiel ejemplo de lo que estaba pasando. El Cádiz sacó un córner raso directamente al rival con una tarjeta de invitación incluida para un contra. Pero Omgba se equivocó en la salida y los gaditanos recuperaron en la frontal. Del lío, salió una pelota mansa a Machado pero su disparo, flojo, fue blocado sin problemas por Esteban. Oda al nerviosismo en una sola acción.

La réplica del Oviedo llegó en un robo rápida combinación. Valle chutó buscando el rincón y Aulestia despejó con agilidad. Las eliminatorias de este tipo también son para los nombres. En eso, Oviedo y Cádiz tienen el mayor lustre de la categoría. Villar, interior gaditano, se imagina jugadas que luego dibuja con la bota. A los 44 minutos, recibió pegado a la cal y puso un centro perfecto al corazón del área, zona donde Jona se mueve con familiaridad. El delantero impulsó con un toque a la red, eficaz, sin alardes. Profesional.

Al Oviedo le tocó digerir el golpe en la caseta. Salieron los azules tras el descanso con las mismas ideas pero algo más de brío. Borja Valle se convirtió de pronto en el foco de atención de sus compañeros. Un par de desbordes del extremo que no encontraron rematador fueron las opciones del Oviedo para enchufarse en el partido. La cosa pudo ser peor para los locales cuando Servando remató a los 52 minutos en un rechace de un córner y el balón se fue al palo. El Tartiere supo entonces que le quedaba otra vida.

Con el equipo atascado, decidió Egea mover el banquillo. Saltó al campo Sergio García, habitual agitador, y probó desde lejos. El larguero escupió su disparo. Pasó el técnico al plan de emergencia, el que se activa en las situaciones desesperadas. Cervero, el héroe del barrio, saltó al campo buscando el enésimo milagro. Gotham le necesitaba. Delantero de movimientos poco gráciles, lo del nueve ovetense tiene que ver más con la fe. Así que en un buen centro de Valle desde la derecha, el ariete puso la cabeza para rematar con contundencia a la red a nueve minutos del final. Gol y resurrección del Tartiere.

El Cádiz vio el panorama e intentó parar el ritmo. De una refriega cayó Garrido, expulsado tras un encontronazo con Cervero. El Oviedo merodeó el área rival hasta el final pero no obtuvo premio. Todos miran ya al Carranza. Allí se resolverá la eliminatoria más brillante que se recuerda en Segunda B. Será cuestión de detalles.