La Real de Carlos Vela pasa revista al efecto Sandoval
El Granada juega una nueva final por la permanencia (19:00, C+ Liga). La falta de presión y el talento de sus atacantes son el gran peligro de la Real.
El Granada lleva dos semanas viviendo un milagro. Se vio hundido, desahuciado, y Sandoval le cambió el chip y le devolvió las opciones de supervivencia. Ha ganado sus dos partidos y podrían bastarle cuatro puntos para obrar la proeza. Pero debe ganar los dos si no quiere verse presa de las cábalas y las cuentas. A día de hoy, está igualado a puntos con el Deportivo, primer equipo en zona de salvación. No andan sobrados de recursos los rojiblancos. Pero se han subido en la primera ola favorable de la temporada justo cuando más lo necesitaban.
Buena culpa de ello tiene Sandoval. Su discurso fresco y desinhibido y la apuesta por algunos de los defenestrados del régimen anterior como El Arabi o Rochina han cambiado la cara a su equipo. Los tres goles del ariete marroquí son la gran esperanza rojiblanca. Ahora el Granada es un equipo justo de argumentos, pero repleto de ilusión y fe. Sandoval mantendrá el mismo once que le ha llevado a ganar al Getafe y al Córdoba. En las tres temporadas que lleva en Primera, el Granada no ha sido capaz de ganar en Anoeta. Pero ha rascado un punto en sus dos últimas visitas.
La falta de presión y el talento de sus atacantes son el gran peligro de una Real que no se juega nada en el envite más allá del orgullo. Moyes está sin su portero titular y con un centro del campo cogido con pinzas por las bajas de Granero, Pardo y Zurutuza. Pero quiere una despedida digna. Y Vela tiene fútbol de sobra como para poner patas arriba a cualquier rival. El efecto Sandoval pasa un nuevo examen en Anoeta. Otro todo o nada para el Granada.