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JUVENTUS-BARCELONA

El día en que el pequeño Leo empezó a ser el gran Messi

Su primer partido como titular fue en el Gamper de 2005 ante la Juve de Capello, que quedó tan impresionado que pidió su cesión a Rijkaard.

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El día en que el pequeño Leo empezó a ser el gran Messi

El próximo 6 de junio Lionel Messi se volverá a encontrar con la Juventus de Turín. Ante el equipo italiano no ha disputado ningún encuentro oficial, pero la Vecchia Signora es más especial para el argentino de lo que parece. Ante ella, un buen día de agosto de 2005, La Pulga comenzó a escribir su leyenda en el Camp Nou.

Y es que el argentino ya había debutado a las órdenes de Frank Rijkaard menos de dos años antes, en noviembre de 2003, en un amistoso ante el Oporto de Mourinho por la inauguración del nuevo Estádio do Dragão. Tenía 16 años y aún tendría que esperar hasta los 18 para jugar de inicio un encuentro con el Barcelona. El día elegido por el técnico holandés fue el Joan Gamper de 2005, disputado ante la Juventus de Fabio Capello. Y Messi no desperdició la oportunidad.

Esa noche deleitó a los 90.000 afortunados que esa noche se dieron cita en el coliseo blaugrana para ver ‘el nacimiento’ de la mayor estrella que ha vestido la camiseta ‘culé’. A Messi no le hizo falta ni marcar para enamorar al que sería su estadio, el Barcelona de los Ronaldinho, Etoo y Deco ni siquiera dejó una buena impresión (empató a dos y la Juve se llevó el trofeo), pero la exhibición de aquel menudo futbolista bien valió una entrada.

Tal fue su clase magistral de fútbol que años después el propio Capello admitió que, medio en serio medio en broma, pidió su cesión sobre el césped a Rijkaard aprovechando un parón del juego (“Vosotros no podéis ponerlo porque ya tenéis tres extranjeros, ¿por qué no me lo prestas un año?, le dijo).

La próxima vez que Messi se enfrente a la Juventus la situación habrá cambiado en la forma: su nombre es conocido en todos los rincones, llega como el mejor jugador del planeta y uno de los mejores de la historia, si no el mejor, y los equipos preparan estrategias para frenarle solo a él. Pero el fondo, la sustancia, será la misma: divertir y divertirse con el balón.