Joaquín, morbo y obstáculo
El Sevilla desconfía del gran talento de la Fiorentina (21:05, Cuatro / GolT). Sus armas: la visión de Borja Valero, la velocidad de Salah, el gol de Mario Gómez...
El Sevilla juega su cuarta semifinal de Europa League en nueve años. Antes no falló nunca: eliminó a Schalke, Osasuna y Valencia y ganó el título. Ahora, camino de Varsovia, se cruza con la Fiorentina, puesto 38 del ranking UEFA (el Sevilla es el 24), pero con pedigrí. Finalista de la primera Recopa en 1961, también alcanzó una final de Copa de Europa en 1957 y una final de UEFA en el 90. Por el camino también ha hecho cosas raras, como bajar a Serie B con un equipo de estrellas (Effenberg, Brian Laudrup, Batistuta) y tener que refundarse a principios de siglo por deudas. Aun así, y recuperado en 2003 su escudo y su nombre, siempre fue el orgullo de la Toscana. Hoy le acompañarán 1.500 tifosi. Su lema, viola si nasce, está por cualquier rincón de su ciudad.
El morbo de la semifinal es Joaquín, bético declarado que sueña con cerrar su carrera de verdiblanco. Pero el Sevilla no está para detenerse en esos detalles. Bajo el eslogan Nervión hasta la bandera, ha envuelto el partido de la atmósfera que merece. Emery conoce los peligros viola. Montella, un obsesionado de la táctica (lo aprendió de Capello en su etapa con la Roma), tiene un equipo camaleónico, capaz de cambiar de sistema y sus jugadores de puesto. Y con arsenal. Además de Joaquín, Borja Valero, otro futbolista fino que ha hecho carrera. El talento de Matías, la velocidad de Salah y el gol de Mario Gómez.
La defensa es la línea más débil del Sevilla, pero de medio campo hacia delante hay un auténtico volcán. Krychowiak saldrá con una máscara y Mbia, Banega o Iborra se reparten dos plazas. Vitolo, Aleix Vidal y el colombiano Bacca jugarán para poner de nuevo al Sevilla a un paso de la gloria.