ESPANYOL
Power8 desaparece del mapa
Su oficina en Barcelona lleva meses cerrada y el Espanyol, que ve cómo el patrocinio se rompe, aspira al menos a ingresar 15 de los 38,5 millones de euros que firmaron.
El teléfono marcado no se encuentra disponible en este momento. Por favor, inténtelo de nuevo más tarde”. Es lo que se oye una y otra vez cuando se marca el número de Power8 en España.
Nadie al otro lado, como tampoco en el lugar físico donde, según el sitio web de la empresa hasta ahora principal patrocinadora del Espanyol, se ubican sus oficinas, en pleno corazón de la Diagonal. “Aquí ya no están, lo siento”, responde la amable recepcionista a quien se acerca preguntando por ellos, lo que se confirma en la placa donde Power8 ya no aparece. “Se fueron a principios de año, en enero”, asegura un empleado de otro local del mismo complejo. La rapidez con la que han abandonado su delegación es proporcional al tiempo que todo apunta que va a durar su esponsorización al club perico, que incluye entre otros aspectos el ‘naming right’ del estadio y el frontal de la camiseta.
El acuerdo, que se desveló el pasado 13 de junio, se romperá salvo un milagro que ya nadie espera. Y eso que comprendía siete temporadas —en el propio sitio web de Power8 siguen anunciando en letra gruesa que se alargará hasta 2021—, con una sola opción de deshacerlo unilateralmente al final de las tres primeras, esto es, en 2017. El Espanyol ya ha percibido todo el montante de la actual campaña, cerca de 4,5 millones de euros, y un adelanto de la próxima (no todo el que deberían haber cobrado a estas alturas), más las primas que también se firmaron por alcanzar las semifinales de la Copa del Rey (160.000 euros). Alrededor de ocho millones son los ingresados, una cantidad importante pero obviamente a años luz de los 38,5 que comprendían los siete años de acuerdo. Así que ahora llega el momento de negociar con la empresa o en su detrimento llevar el asunto a los tribunales, con la aspiración de recaudar al menos otros siete millones, como indemnización por esas dos temporadas adicionales a la actual que Power8 parece que no tiene previsto cumplir.
Incluso en el mejor de los casos, y que esos 15 millones lleguen a las arcas del Espanyol, se necesitará un nuevo ‘naming right’, en el que el club trabajará como lo hizo durante un largo lustro hasta conseguirlo. Más probable es el hallazgo de un nuevo patrocinador principal para la camiseta del primer equipo, pues ya habría candidatos a publicitarse. El acuerdo con Power8, cabe recordarlo, obligó a rebajar los ingresos procedentes de Riviera Maya al dejar de ser el primer espónsor perico. En parte respira aliviado el Espanyol porque el adiós de Power8 coincide con el nuevo reparto televisivo, que pasará los ingresos de 22,4 a 30 millones, si bien esa cantidad final dependerá de factores como la clasificación (por ejemplo, el séptimo cobrará un 2,5 por ciento más que el undécimo).
Pero, ¿qué le ha sucedido a Power8? Algunas fuentes apuntan a que patrocinaron al Espanyol como estrategia para hacerse con adjudicaciones de ‘gaming’ en la zona marítima de Barcelona y, una vez frustradas, el club perico ha dejado de interesarles. Pero es solo una hipótesis, no contrastable porque la empresa china ha desaparecido del mapa.