Jaime firma un triunfo vital para el Real Zaragoza

El día del 29º aniversario del recordado gol de Rubén Sosa al Barcelona en la final de Copa del Calderón, el Zaragoza puso fin a su caída libre y logró un triunfo fundamental en su carrera por alcanzar la promoción. La derrota el sábado de la Ponferradina unida al triunfo frente al Numancia coloca al equipo de Popovic en puntuación de promoción, a la espera del duelo directo del próximo domingo en El Toralín. Allí se ventilarán gran parte de las opciones de alcanzar el playoff del Real Zaragoza, que, gracias a un gol de Jaime, renueva en un momento crucial su candidatura al ascenso.

Desde el principio se vio que el Zaragoza era otro, que había recobrado el pulso después de dos meses y medio de paulatino derrumbe hasta desembocar en un apagón general. Ya a los dos minutos, Jaime, en papel de formidable regateador y asistente, le dio un balón de oro a Borja Bastón, pero el goleador, ahora en estado de desgracia, no acertó por dos veces consecutivas ante el portero.

Durante toda la primera parte, el Zaragoza desarboló al Numancia con sus envíos en largo y en diagonal para Jaime y Pedro, que fueron un puñal en cada banda. El equipo de Anquela acostumbra a jugar muy junto y a moverse después al ritmo pausado que marca Julio Álvarez, pero perdió las líneas y no supo responder a la iniciativa del Zaragoza, a su fútbol rápido, de escasa elaboración, pero de notable precisión. Y así las ocasiones se fueron sucediendo en la portería del marroquí Munir hasta que Jaime concretó con un remate mordido una contra que inició Pedro y gestó Borja Bastón en una gran cabalgada.

El gol tardó más de media hora en llegar, pero le hizo justicia al Zaragoza y le proporcionó una inyección fundamental de tranquilidad. También al público, cansado de ver empatar a su equipo en La Romareda.

La segunda parte fue más equilibrada, porque el Numancia, que aún tenía alguna esperanza de promocionar, decidió dar un pase adelante para intentar cambiar su suerte. El Zaragoza quiso jugar a controlar, a no equivocarse nunca, pero acabó cediéndole la iniciativa al rival y sufrió mucho más de la cuenta para sujetar los tres puntos.

El Numancia tuvo su primera ocasión clara en una falta del especialista Julio Álvarez a la que respondió Bono con una mano providencial (59’), y pudo empatar en un remate picado de Natalio que dejó muda a La Romareda (83’).

El Zaragoza también tuvo las suyas, y primero Pedro, en un golpe franco directo que salió rozando el larguero (70’), y después Borja Bastón, ya en pleno descuento, tuvieron la sentencia en sus botas. Pero ya sabemos de la incapacidad del equipo aragonés para cerrar los partidos. Se trataba de ganar, de vencer a toda costa, y el Zaragoza logró un triunfo fundamental en su momento más crítico. En la matinal del domingo en Ponferrada se aclararán todavía más las cosas.