NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL SOCIEDAD 0 - VILLARREAL 0

La Real celebra un gris empate

El Villarreal apretó mucho en el tramo final del partido, en el que le anularon un gol y vio cómo Mario estrelló un balón en el palo.

Actualizado a
La Real celebra un gris empate

Moyes cumplía hoy 52 años. Por encima del medio siglo. Y pedía consumir las velas con el aire de felicidad que aportaría una victoria, ahora que la Real volvía a parecer un equipo atascado. El ambiente no era de serpentinas: muy poco público (la segunda peor del año) y los que estaban, con el gesto de desconfianza, hartos del juego plano de un equipo que sí, presiona bien, pero es lento y no combina ni a tiros. En efecto, el juego también deprimía: el Villarreal, un equipo muy bien trabajado en ese 4-4-2 con las líneas juntas, fue una pesadilla en la primera parte. El balón parado fue un tormento con el que aguijoneó a una defensa de mantequilla, aunque le faltó suerte. Tuvo ocasiones de todos los colores, principalmente una en el minuto 21 que sacó de falta Jonathan dos Santos y Tomás Pina, no se sabe si queriendo ajustar mucho a la escuadra, envió fuera. Luego le llegó otra al centrocampista manchego y arreciaron las de Campbell, el deseado en el mercado invernal en Anoeta que apareció de amarillo, Costa, Trigueros y el resto del Submarino. Rulli era un candado hiperactivo. Los locales pidieron un posible penalti por agarrón tímido de Jokic a Xabi Prieto tras un pase al área de Granero.

Iñigo Martínez reapareció antes de lo esperado tras superar la rotura de fibras y Moyes encomendó a Zurutuza clavarse a la banda izquierda, con Vela en el otro sector, a pie cambiado. Carlos Martínez jugó de titular 15 partidos después. El Villarreal tenía decisión: metía el susto con el balón en los pies, mientras los donostiarras mareaban el cuero en zonas de peligro. Ya era un milagro desfilar a vestuarios con el marcador inamovible.

En el descanso, el técnico ‘txuri-urdin’ debió de dejarse de monsergas y pidió actividad. El panorama cambió bruscamente y el público olvidó la amargura para alentar a los de abajo. Iñigo Martínez tuvo un remate claro en un saque de esquina, la mejor ocasión junto con una de Agirretxe, en la que le defendió un Jokic en inferioridad física. Moyes fue moviendo el grupo y metió a Canales para buscar una circulación más rápida. Vela, pícaro y talentoso en algunas acciones aisladas, aguantó 75 minutos. Marcelino tiró de Moi Gómez como segundo punta, algo descolgado, junto con Campbell. El caso es que el Submarino se encontró con otra ocasión clarísima: Fran Sol remató fatal en el área pequeña y desvió un balón que sólo necesitaba un soplo para casarse con la red. En el toma y daca final, Chory lanzó un zapatazo para una preciosa foto de Asenjo, al que felicitó el uruguayo.

Gil Manzano, a instancias del auxiliar, anuló casi al final un tanto de Víctor Ruiz tras saque de falta de Jonathan. No estaba realmente en fuera de juego, pero sí Pina, que atacó el balón y aunque no intervino directamente en la jugada sí se puede decir que decantó el debate. Otra vez la estrategia provocando estragos en los realistas. Y en un final apasionante, Mario remató un córner de Jonathan y Rulli rozó lo suficiente el cuero para que diese en el palo. Enorme mérito del Villarreal pese a las bajas.