VALENCIA
La planificación 2015-16 dependerá de la Champions
El 'Fair Play Financiero' condicionará la confección de la plantilla del próximo curso en función de si juega la máxima competición continental o no
El Valencia no va a mover pieza en la confección de la plantilla hasta mayo. En concreto, hasta que el equipo cumpla (o no) con su único objetivo: clasificarse para la próxima Liga de Campeones. Una de las conclusiones con las que se marchó Peter Lim tras las reuniones que mantuvo en Valencia la semana pasada es que el Fair Play Financiero condicionará la confección de la plantilla y a éste, a su vez, a los límites que impone la LFP en lo que a coste de plantilla se refiere, estar o no en Champions, aunque también apremia aumentar sus ingresos comerciales.
El Valencia tiene que presentar el 30 de abril, al departamento económico de la LFP sus previsiones de gastos e ingresos para el curso 2015-16. La LFP permite a los clubes presentar sus cálculos “más optimistas”, es decir, se puede incluir en sus ingresos lo que estima que percibirá por jugar Champions. Tras la conclusión de la Liga, el 23 de mayo, el Valencia dispondrá de diez días para ajustar su previsión en el caso de que acabara la Liga en quinta plaza (Europa League). La LFP informará el 31 de mayo a los clubes de su límite para coste de plantilla a tenor del Fair Play Financiero.
La LFP lógicamente también contempla un caso ‘indefinido’ como es el del cuarto clasificado, puesto que obliga a disputar una fase previa a la Champions. “Para cuando concluya la Liga y un club no conozca qué competición va a jugar, se aceptará la versión del presupuesto más optimista, siempre y cuando aporte las medidas a adoptar para el caso que no dispute esa competición”. Es decir, el Valencia si queda cuarto sí podrá planificar su plantilla acorde a los ingresos por Champions, aunque a su vez el departamento de marketing debería presentar unas previsiones de negocio que, a día de hoy, no han transcendido, como pudiera ser un patrocinador de camiseta.
Margen para la actual plantilla y renovaciones
Al Valencia, según fuentes del club, los números “le salen” para mantener la plantilla que hoy tiene Nuno, aunque hay poco margen para refuerzos. Cabe recordar que la mayoría de futbolistas que llegaron en verano lo hicieron en calidad de cedidos con opción de compra obligatoria o por ejecutar (Rodrigo, André, Yoel, Negredo…) y a partir de la próxima temporada a sus salarios debe el club incluir como gasto las respectivas amortizaciones anuales de los traspasos. Pero a su vez también hay que apuntar que los gastos financieros del Valencia se han reducido tras la compra de Peter Lim al haber transformado la deuda ‘a corto plazo’ en ‘a largo plazo’ y modificar los intereses. No obstante, pese a ello, sin un aumento de los ingresos fijos (abonos o televisión) o patrocinio, la planificación deportiva queda a expensas de quedar o no entre los cuatro primeros (confiando lógicamente que en agosto se lograra el pase en la fase previa si acabase en la cuarta posición). Asimismo, las renovaciones siguen su curso en los casos de Gayà, Parejo, Piatti o Feghouli y de hecho se incluirán en las previsiones que presentará el club.
Peter Lim podría hacer alguna aportación a fondo perdido
La Liga de Fútbol Profesional también contempla en sus baremos para calcular el límite de coste de plantilla (el llamado Fair Play Financiero) en una temporada el hecho de que un máximo accionista, como es el caso de Peter Lim en el Valencia, ayude económicamente con aportaciones para aumentar el margen económico de su plantilla. Pero, en este caso, las aportaciones que pudiera hacer cualquier máximo accionista tienen restricciones y se recalca que deberían hacerse a fondo perdido. Es decir, cualquier tipo de préstamo conllevaría su amortización y precisamente lo que trata de evitarse con el Fair Play Financiero es que los clubes se endeuden aún más para realizar fichajes, por lo que las aportaciones no podrían ser préstamos, como el actual que ya tiene el club con Peter Lim. Además, la LFP también marca un límite que oscila entre 20 y 30 millones de euros como la máxima aportación a fondo perdido que un dueño puede realizar para incorporar refuerzos.