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ESPANYOL

La afición blanquiazul se enfrenta al examen final frente al Barça

Los derbis siempre son partidos de alto voltaje: prohibido insultar y llevar simbología anti-culé. El Barça ya fue expedientado en la primera vuelta.

Actualizado a
Aficionados en un derbi
FERNANDO ZUERAS

Los derbis son partidos de alto voltaje, de emociones a flor piel y, en ocasiones, de subidas de tono (incluso de actos delictivos). Son varios los capítulos que se podrían escribir en estas páginas, empezando por las famosas bengalas de los Boixos Nois en el último derbi de Montjuïc, en 2009 —que finalizó con penas de prisión para cinco de los culpables— o los incidentes que provocaron algunos aficionados una vez finalizó el último Espanyol-Barça, en 2014, procedimiento judicial que aún se está llevando a cabo y que trajo cola por los métodos que emplearon después los Mossos d’Esquadra para efectuar algunas identificaciones.

Incluso en el partido de la primera vuelta disputado en el Camp Nou, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) abrió expediente al club azulgrana porque algunos seguidores gritaron “pericos bastardos”, “puta Espanyol”, “perico eres una mierda” u “odio Espanyol”. Es por esos antecedentes que el choque del sábado será para la afición perica el examen final del curso, después de una temporada en la que no ha habido incidentes dentro del estadio y el club nunca recibió la llamada de atención ni la denuncia de la LFP después de los cambios en las normativas provocados por la muerte del seguidor del Deportivo en el Manzanares el pasado mes de diciembre. 

Tras aquel trágico incidente y el consiguiente nuevo baremo ante cualquier incitación a la violencia, el Espanyol reunió a los grupos de animación para pedirles colaboración, compromiso que se ha mantenido de forma ejemplar durante toda la temporada. Y así espera el club que siga siendo el sábado, partido de mayor pasión e irracionalidad, pero también de mayor mediatización y control por parte de los organismos. Durante la semana, el club se reunirá con los distintos portavoces de la Curva y la Juvenil —como dicta su protocolo antes de cada partido en el Power8 Stadium— para organizar la logística, los accesos el día del partido, los mosaicos y, también, para recordarles nuevamente las líneas de actuación. Cualquier acción violenta o cántico que pueda ser ofensivo podría traer una multa al club perico. Pero también hay que tener en cuenta los símbolos: aquellas banderas, bufandas o camisetas que puedan ocasionar una ofensa al rival. Por ejemplo, esta campaña, la seguridad expulsó a un aficionado que acudió al partido ante el Getafe con una bufanda en la que estaba escrito “antibarcelonista” y la imagen era la de un aficionado orinando sobre el Camp Nou.Desde aquella reunión de diciembre, se ha erradicado del estadio los insultos al Barcelona, latentes en cada encuentro por una parte de la hinchada ante los silbidos de otros sectores. El partido del sábado será la prueba definitiva de este cambio en las aficiones.