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Oporto - Bayern

Lopetegui: “El Bayern de Pep Guardiola es distinto a su Barça”

El Oporto-Bayern de mañana en Champions engloba a 12 jugadores, dos técnicos y un árbitro (Velasco Carballo) españoles. Lopetegui, entrenador local, analiza el cruce.

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Lopetegui: “El Bayern de Pep Guardiola es distinto a su Barça”

—Vayamos al punto de partida, su salida de la Federación. ¿Qué pasó?

—Bueno, la salida lógicamente se basa en una idea de iniciar un camino diferente. Ya había tenido una serie de propuestas y la que más nos convenció y con la que más identificados nos sentimos fue con la del Oporto, encabezado por su presidente, que es el dirigente más experimentado y con más títulos del fútbol mundial.

—¿Se consideraba la suficientemente valorado en España?

—Yo hacia la Federación no tengo más que palabras de agradecimiento, primero porque confiaron en mí y después por todo el cariño y los medios que me ofrecieron. Ese agradecimiento va a ser para siempre. Pero uno entiende que hay etapas en las que hay que buscar otras metas y en ese momento lo sentí así.

—Sólo un mes después de dejar la Sub-21 llegó el fracaso de la absoluta en Brasil y la posibilidad de que Del Bosque se marchase. Quizá de haber seguido hoy sería el seleccionador…

—Hablar de suposiciones e hipótesis no vale para nada en el fútbol. Si algo ha tenido la federación es que ha estado magníficamente dirigida a todos los niveles. Otra cosa es que ganar siempre sea imposible. Pero, sinceramente, tenemos que ser muy respetuosos con la gente que ha llevado al fútbol español a lo más alto.

—¿Influyó también el caramelo de dirigir en Champions?

—Ojo, el Oporto no era un equipo Champions cuando llegamos, teníamos que intentar que lo fuera. Había una posibilidad de clasificarnos a través de la previa y lo conseguimos. Pero lo que más ponderamos fue la decisión que tuvo el club para que camináramos juntos en un proyecto joven.

—¿Y qué se encontró al llegar?

—Un gran club, efectivamente, una gran estructura a nivel de medios y a nivel humano. A partir de ahí nos surge un equipo nuevo, con jugadores nuevos, en un año complicado y duro, sin estar clasificados aún para la Champions, y todo eso tratamos de encararlo de la mejor manera posible.

—Decidió reforzarse con siete jugadores españoles. ¿Le generó muchas críticas?

—Es inevitable que siempre se hable de eso, pero el tiempo al final deja las cosas en su sitio. Los jugadores saben que no van a jugar o dejar de jugar por ser españoles. Sí es verdad que en la incorporación de 16 jugadores nuevos aparecieron siete españoles porque les conocíamos y entendíamos que podían mejorar la plantilla. Pero no miramos ningún carnet de identidad ni ningún pasaporte a la hora de hacer la alineación. Es un detalle que para mí no tiene más importancia.

—Sin embargo, hay que tener agallas para llegar a Oporto y quitar a una leyenda como Quaresma para poner a un joven como Tello, ¿no?

—Yo no he quitado a nadie, ni he venido a quitar a nadie. Al contrario. Quaresma seguramente es uno de los jugadores que más ha evolucionado este año. Ha sido una evolución hacia alguien más colectivo, más solidario, más jugador de equipo y es porque él ha querido seguir mejorando y trabajando. Tello vino para dar nivel al puesto y para que hubiera competencia y la realidad es que Quaresma ha competido.

—¿Óliver es uno de esos jugadores que necesitaba 20 partidos seguidos para explotar?

—Es un chico que conocíamos muy bien y nunca había sido titular en ningún equipo. En el Atlético y en el Villarreal había jugado más bien poco y creíamos que podía ser un jugador que nos ayudara a crecer y que a su vez él mismo creciera. Así ha sido. Nos ha ayudado a crecer y él ha crecido, por lo que estamos encantados. Lo que ocurre es que en el mundo del fútbol uno no puede parar y mirar para atrás. Es muy importante que exista la voluntad por seguir creciendo y seguir madurando.

—Se le ve más fuerte. ¿Han hecho un plan físico específico con él?

—Hemos hecho un plan físico con todos, no sólo con él. También los minutos y la capacidad para hacer frente a los retos hacen que los chicos vayan madurando. En este sentido la mejora de Óliver ha sido importante pero, insisto, tiene que seguir creciendo.

—¿Y Tello? ¿Necesitaba alguien que le diera confianza?

—Como otros, igual. No había jugado demasiado en sus equipos y necesitaba ser capaz de asumir retos en un gran club como el Oporto. Todos han evolucionado pero estamos a mitad de camino, en un momento crucial de la temporada, y debemos seguir.

—¿Por qué el Oporto ficha mejor que nadie y vende mejor que nadie?

—Como diría nuestro presidente, “el Oporto compra a precio cierto y vende a precio cierto”. Nosotros nos dedicamos a entrenar, a sacar el máximo provecho de los jugadores que están en el club y a tratar de que los chicos mejoren. Todas las gestiones de compras y ventas están en manos inmejorables, no tengo ninguna duda.

—Pero eso le permite disponer de grandes talentos como Danilo, titular con Brasil.

—Titular con Brasil ahora…

—Sí, cierto.

—Si por algo se ha caracterizado el club es porque siempre ha tenido una estructura de scouting a nivel mundial muy buena. Apuesta por jugadores de determinada edad que luego con trabajo y mejoras se pueden adaptar al fútbol europeo. Algunos sí mejoran individualmente y el club se ve beneficiado por ello.

—¿Danilo y Casemiro es de los que han mejorado?

—Son chicos que están un poco en la línea del resto del equipo, han querido evolucionar, han querido aprender, han querido crecer en todos los aspectos, en los tácticos, en los físicos, en los de concentración, en los de rendimiento… Y lógicamente esa mejora individual va muy unida a la mejora colectiva. La juventud no es un pecado, es una condición, y en todo caso es un pecado que se pasa con el tiempo.

—¿Es inevitable que los equipos grandes se fijen en los jóvenes del Oporto? ¿Habla bien del club que el Madrid pague 39 millones por Danilo?

—No me preocupo de esas cosas, me preocupo de hacer frente de las competiciones que tenemos. Nuestra responsabilidad no es vender o no vender, lo nuestro es competir. Competir en los retos que tenemos, que son exigentes y bonitos, y que además nos obligan a tener plena concentración. El mercado es un tema paralelo al que nosotros sinceramente le dedicamos cero minutos.

—En el asunto Casemiro. ¿Esperaba tal implicación de los jugadores cedidos?

—Todos los jugadores que vienen aquí deben estar plenamente implicados. En ese sentido no tenemos ninguna excepción. Las mejoras individuales surgen de las mejoras colectivas.

—¿Sigue la liga española?

—La miro muy de reojo, si le soy sincero. Estamos enfocados en nuestra competición, que es durísima y exigente. España la miramos desde la distancia y lógicamente vemos esa pugna entre Madrid y Barça, pero no le podría dar muchos más datos.

—¿Le sorprenden las críticas recientes a Ancelotti?

—No tengo opinión. No voy a hablar del Madrid porque tengo demasiado respeto por los colegas que allí están y por el respeto entre clubes. Tampoco tengo una idea clara de lo que se dice o no se dice, sinceramente. Estamos a lo nuestro.

—Por ejemplo el Bayern mañana en O Dragao. Casi nada.

—Exacto. Es un reto absolutamente colosal ante uno de los mejores equipos en la historia del propio Bayern. Nos hemos ganado el derecho a jugar los cuartos de la Champions. Empezamos esta competición sin billete para la fase de grupos y vamos con la sana intención de ser protagonistas, pese a las dificultades. Eso no nos va a restar ilusión.

—¿Qué le parece Guardiola? ¿Es un espejo el Bayern para el Oporto?

—La realidad es que en el fútbol no hay dos equipos iguales. Puede haber muchas similitudes pero los estilos siempre tienen matices distintos. Guardiola posee un bagaje suficientemente grande y que habla por sí mismo. Es un entrenador que con su idea fue capaz de arrasar en el Barça y seguramente esa idea, aunque con matices distintos, es la que traslada a otro gran club como el Bayern. Ni siquiera sus dos equipos son iguales, ya que los jugadores son diferentes.

—¿Pero se considera cerca de la filosofía de Guardiola?

—No me paro a pensar si estoy cerca o no, simplemente tratamos de desarrollar lo que sentimos y a mejorar día a día. Tenemos claro que debemos ayudar a nuestros jugadores a competir mejor.

—¿Es más fuerte este Bayern con respecto al del año pasado por Xabi Alonso?

—Xabi Alonso comprende muchísimos aspectos y tiene un nivel extraordinario, sobre todo en el entendimiento del juego. Mejora casi todo lo que toca. No creo que sea una excepción este año.

—¿Qué tal vive la ciudad este Oporto-Bayern?

—Todo el mundo está ilusionado, insisto en que no estábamos clasificados para el torneo al comenzar la temporada. Creo que somos el único equipo en toda la historia que ha llegado a cuartos desde una fase previa. Además el partido se engloba dentro de un mes de abril muy intenso, duro y bonito, pero también muy exigente.

—¿Y la liga? Están a sólo tres puntos del Benfica…

—Vamos a tratar de hacer frente a nuestras obligaciones día a día, jugando partido tras partido, no hay otra alternativa. No somos de hacer muchas cuentas, la única que vale es la de ganar el compromiso que te viene por delante. Tenemos un equipo joven pero es una condición que no queremos cambiar. Estamos encantados de que así sea porque nos da energía y hambre. Vamos a ver hasta dónde llegamos.

—¿Los árbitros están favoreciendo al Benfica más de lo que deberían?

—Es una cuestión a la que no puedo dedicar muchas energías. Es verdad que ha habido una serie de hechos absolutamente constatables en los que hemos tenido mala suerte en el reparto de errores. Es clarísimo. Pero sigo pensando que los árbitros lo siguen haciendo lo mejor posible, que están para tratar de ser justos y la competición debe ser la que nos haga quedar donde merecemos quedar, no los errores arbitrales. Espero que al final todo se vaya equilibrando.

—Hay muchos clubes grandes atentos a su progresión, ¿se toma su paso por el Oporto como un trampolín hacia una alternativa para el futuro?

—No. Estoy en un club Top, grande, exigente, bueno, precioso y no pienso en otra cosa.

—Pues suerte, Julen.

—Gracias.