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Amistoso | Holanda - España

Gran rivalidad: una alegría eterna y una tristeza profunda

España y Holanda se han visto las caras once veces. La final ganada en Sudáfrica y el varapalo de Brasil han dejado heridas y hay revanchas pendientes.

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Gran rivalidad: una alegría eterna y una tristeza profunda

No hay que hacer demasiado esfuerzo para refrescar en la memoria recuerdos de Holanda. El rival de la Selección de esta noche aparece en las fotos del día más importante en la historia de nuestro fútbol y también en las del último gran varapalo. De los once duelos anteriores, los dos más recientes fueron en Mundiales. En 2010, España se impuso en la final; cuatro años después, Holanda se cobró la venganza con un desolador 1-5 en Brasil. Hoy se ven de nuevo las caras en Amsterdam, en un amistoso con cuentas pendientes, personales y colectivas.

El balance general en los cara a cara está igualado. De once enfrentamientos, cada equipo ha ganado cinco. Eso sí, el más importante de todos se lo llevó España. En el Soccer City de Johannesburgo, Sudáfrica, con la Copa del Mundo de 2010 en juego. Nunca había jugado una final nuestra Selección y era la tercera para Holanda, tras haber perdido las de 1974 y 1978.

La selección de Van Marwijk sacó su versión más áspera y abusó del juego duro, consentido por Howard Webb. Para la historia queda la imagen de la violenta patada en el pecho de De Jong a Xabi Alonso. También la parada milagrosa de Casillas, que frustró con el pie derecho el gol de Robben.

La final se abocó a una agónica prórroga. Heitinga fue expulsado en el 109’ y en el 116’ marcó España. Inició la jugada Puyol y el balón recorrió todo el campo pasando por los pies de Navas, Iniesta, Torres y Cesc, que asistió finalmente al manchego para que fusilase a Stekelenburg. El gol más celebrado jamás, con dedicatoria especial para Jarque, proclamó a España campeona del Mundo. Holanda se quedó nuevamente a las puertas del éxito.

Cara a cara. Con la estrella en el pecho llegó la Selección de Del Bosque a Brasil. La defensora del título —y campeona también de Europa— se estrenaba en el Mundial 2014... contra Holanda. Aires de vendetta en el equipo entonces dirigido por Van Gaal, pero con las estrellas de cuatro años antes: Sneijder, Robben, Van Persie...

España marcó primero, Xabi Alonso de penalti, pero Van Persie empató antes del descanso con un espléndido cabezazo. Y la segunda mitad fue un naufragio de la Selección. Holanda llegó hasta el 1-5, con Robben desatado y asistido por la calamitosa actuación de Casillas y la defensa. La oranje se vengó y España se encogió hasta llevarse su segunda peor derrota en la historia de los Mundiales (tras el 6-1 de Brasil en Chile 50). Es por tanto la Selección quien reclama hoy su porción de revancha en Amsterdam.

La alegría y la tristeza están muy recientes para España, aunque la historia presenta rencillas añejas. Antes de este doble duelo mundialista, sus últimos partidos oficiales habían sido de camino a la Eurocopa de 1984. Aquella fase previa se cerró con una de las más grandes hazañas de la Selección: el 12-1 a Malta. Lo que no se recuerda tanto es que aquella goleada dejó fuera a Holanda, que compartía grupo con España y lo lideraba hasta esa noche. La televisión holandesa cerró la emisión de aquel partido con la imagen de un árbol de Navidad adornado con doce bolas negras, aunque la afición y la Prensa encajaron el disgusto con deportividad.

Mucho antes de todo esto, el primer España-Holanda oficial tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de 1920, en Amberes (Bélgica). Se vieron las caras en la final de consolación, la Furia Roja —así fue bautizada España— ganó 1-3 y se llevó la plata. Fue el primer éxito de la Selección de fútbol, que comenzó su existencia en aquel torneo.

Estrenos. Para algunos futbolistas, pensar en Holanda les sacará una sonrisa por otros motivos. El amistoso de 2000 en La Cartuja supuso el debut con la Absoluta de dos de los más grandes: Xavi, con el dorsal 11, y Puyol, con el 2. Curiosamente, en el banquillo rival estaba Van Gaal, quien les diera la alternativa en el Barça.

En el amistoso de 1957, en el Bernabéu, también se estrenaron dos mitos: Di Stéfano y Luis Suárez. El primero con 30 años, nacionalizado y un ídolo en el Madrid; el segundo, con 21, estrella emergente en el Barça. Holanda se llevó un 5-1, con tres goles de Di Stéfano.

Así pues, hablamos de una rivalidad forjada desde hace 95 años. Algunos capítulos no tuvieron mayor trascendencia, pero otros perdurarán en nuestra memoria para siempre...