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BARCELONA

La Vanguardia: Hacienda le pide cuatro millones a Xavi

Se le reclama esa cantidad por dos conceptos. El primero, los derechos de imagen. El segundo, 900.000 euros derivados de los pagos del club a su representante.

Actualizado a
Xavi, en un partido ante el Espanyol.
CARLOS MIRADIARIO AS

Hacienda continúa con su presión fiscal sobre los deportistas de élite. El último, Xavi. Según anunció La Vanguardia, Hacienda reclama cuatro millones de euros al futbolista del Barcelona, que se marchará a Qatar la próxima temporada. Según informó La Vanguardia, al internacional culé se le reclama dicha cantidad de dinero por dos conceptos: El primero, los derechos de imagen. No se trata de ingresos no declarados, sino del criterio utilizado por la inspección para aceptarlos como tales o no.

La Vanguardia recuerda que la normativa establece que los deportistas profesionales pueden ingresar de los clubs en los que prestan sus servicios hasta un 15% del total en concepto de derechos de imagen, derivados de la explotación de su figura por la entidad o por otras marcas comerciales. Esos ingresos se atribuyen a una sociedad propiedad del jugador y, por ese motivo, pagan un impuesto mucho más bajo, más tarde y con derecho a deducciones y desgravaciones que en el caso de que se considerase salario y tributase como Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).

Las diferencias entre uno y otro caso pueden superar los 40 puntos, desde el 56 % que pagan rentas tan altas como las de los futbolistas de élite, a menos del 15% que puede llegar a pagarse a través del impuesto de sociedades. Unos 400.000 euros menos por cada millón bruto ingresado por el jugador. Los representantes de Xavi ante Hacienda han defendido que su sociedad sí que es realmente operativa, tiene empleados y presta funciones para el futbolista relacionadas con los derechos de imagen.

Además, la inspección reclama al medio blaugrana otros 900.000 euros derivados de los pagos que el club ha realizado a su representante. La inspección está revisando la práctica de aceptar que los representantes cobran del club, para pasar a considerar que se trata de renta de los jugadores a los que representan.