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PREEUROPEO SUB-17

Laia Aleixandri, con 14 años, es la benjamina de la Sub-17

Con 14 años la central del Barça debutó el domingo en partido oficial con la Sub-17 y marcó también su primer gol, ante Rusia: "Es una experiencia que no se puede describir".

Actualizado a
Laia Aleixandri, jugadora de la Selección Sub-17.
JESÚS ÁLVAREZ ORIHUELA

Con 14 años, Laia Aleixandri es la benjamina de la Selección Sub-17. El domingo fue su debut oficial con la Sub-17. Éste no pudo ser mejor porque, además de ser titular y jugar el partido completo marcó su primer gol, el que abrió la cuenta en el importante triunfo de España en su primer partido del PreEuropeo ante Rusia, la anfitriona, por 3-0.

Estudia 3º de la ESO, confía en sí misma y tiene las ideas muy claras: quiere disfrutar jugando al fútbol y le gustaría estudiar INEF: "Estamos viviendo una experiencia increíble. Viajas a sitios, defiendes el escudo... Es mucha responsabilidad y a la vez nos lo tomamos con diversión. Siempre serias, pero con diversión, porque esto se tiene que disfrutar".

Laia Aleixandri, natural de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) y jugadora del Cadete Juvenil del Barcelona reconoce que lo vivido este domingo es algo muy difícil de explicar y el gol, la puntilla a un día muy feliz: "Es una experiencia que no se puede describir, ni con palabras ni con imágenes ni con nada. Salir al campo, escuchar el himno y defender a tope los colores de La Roja. Fue impresionante. Mi debut oficial y poder aportar, además, un gol al equipo, todo esto me hizo muy feliz. Estoy muy contenta por mi rendimiento y por el de todo el equipo".

Laia reconoce que la compenetración con su compañera, Carmen Menayo, fue fundamental para marcar: "Antes de lanzar la falta le dije a Carmen: 'Ponmela al segundo'. Me la puso muy bien y yo rematé de cabeza". La celebración fue también muy especial: "Cuando vi que había entrado, me puse a correr por el córner y formé un corazón acordándome de toda la gente que me quiere y me sigue y luego vinieron todas mis compañeras a abrazarme. Fue muy especial".

Confiesa que entre sus amigos y compañeros de estudios es la envidia de muchas y muchos: "Nosotras vamos pasito a pasito y fieles a nuestra filosofía: jugar, luchar y ganar. Muchas niñas y niños querrían estar en nuestro lugar y ya que tenemos la suerte de estar aquí vamos a darlo todo y sobre todo, a ganar".

Para llegar hasta aquí ha tenido que trabajar mucho, pero asegura que la clave es saber organizar su tiempo: "Esto lleva un trabajo detrás. Juego al fútbol desde los 4 años y lo he hecho con los chicos hasta que he podido, hasta los 12 años. Siempre tuve muy claro que quería jugar al fútbol, siempre me recuerdo con un balón. Sé controlar el tiempo, lo que tengo que hacer en cada momento y siempre con la cabeza en su sitio y siempre trabajando".