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Barcelona - Real Madrid | La intrahistoria

Una comida para pactar la sede de la final de Copa del Rey

Bartomeu le pedirá a Florentino jugar en la capital. No lo tendrá sencillo el mandamás culé. El Real Madrid no se da por enterado de la petición vasca y catalana.

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Una comida para pactar la sede de la final de Copa del Rey
Fernando Zueras

A las alturas del Tibidabo y con la ciudad a sus pies, Josep María Bartomeu, presidente del Barcelona, tratará de convencer a Florentino Pérez para que ceda y preste el Bernabéu como sede definitiva para disputar la final de Copa del próximo 30 de mayo. La cita será en el restaurante La Venta, durante el tradicional almuerzo de directivas previo al Clásico de mañana.

No lo tendrá sencillo el mandamás culé. Sabe éste que la negativa del Madrid a albergar este tipo de partidos viene de hace tiempo y reabrir y aceptar esa opción sería arriesgar mucho, como el hecho de poder ver al Barcelona dando la vuelta de celebración por el césped de su estadio en caso de conquistar la Copa del Rey. Los argumentos de Bartomeu serán evidentes: más capacidad de público que en los otros estadios candidatos (Mestalla, el Villamarín o La Cartuja aguardan noticias), sensacionales combinaciones de transporte para los aficionados y la sensación de dar tranquilidad después de que hace unas semanas que se conocen los equipos finalistas y aún no se haya podido comenzar a organizar ningún viaje.

El Madrid. En la entidad madridista desconocían ayer las intenciones de culés y vascos de insistir en el Bernabéu, y la redacción de una carta firmada por los dos presidentes interesados. Después de que el Madrid cayese por segunda vez consecutiva en su estadio en una final de Copa ante un rival (la última fue el Atlético por 1-2 el 17-5-2013 y la anterior fue la del famoso Centenariazo ante el Deportivo, 1-2, el 6-3-2002), desde los despachos del Bernabéu comunicaron a la Federación Española la decisión de no volver a pedir de manera oficial la organización de una final. Una intención extensible del ámbito nacional al europeo (en 2010 se disputó la final de la Champions League entre el Inter, que eliminó al Barça, y el Bayern). “No me consta ninguna petición”, dijo Emilio Butragueño en Nyon a RAC1.

Pese a todo, aquel famoso mediodía que Florentino citó a los medios para abroncarlos públicamente, el presidente blanco ya dijo no saber nada del interés del Barça y del Athletic Club en jugar la final en su casa. Ahora ya no tiene excusa. Que ceda o no, ya es otra historia...