Y en mitad del lío del Almería, un duelo por la salvación

En medio de la tormenta desatada por la posible sanción de tres puntos al Almería, el Deportivo visita el estadio de los Juegos Mediterráneos con la intención de pescar en la marejada. JIM, por su parte, intentará aislar a los suyos de lo que sucede en los despachos, aunque la tarea del técnico no será sencilla.

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Centrándonos en lo meramente deportivo, las similitudes entre andaluces y gallegos son evidentes. Ambos marcan menos de lo necesario (22 goles los rojiblancos y 20 los deportivistas) y conceden más goles de los que aseguran la permanencia (39 los locales y 38 los visitantes). Con esta estadística, todo indica que la puntería será imprescindible. Una especie de “quien marque gana” con el que se cerraban los partidos en el patio del colegio cuando el recreo expiraba. El choque de la ida fue el ejemplo perfecto. Aquella tarde de septiembre el Deportivo perdonó lo que no está escrito. Rubén, que sigue lesionado, se agigantó en la portería almeriense y Edgar sentenció a los de Víctor cuando el partido acababa. Hoy el guión pinta parecido.

Ánimos. El Depor acumula más bajas que el Almería y una derrota dolorosa hace una semana en el derbi ante el Celta. Del trabajo psicológico en el vestuario dependerá la actitud de esta noche. Una victoria cura todos los males y hace pasar página, mientras que una derrota ahondaría en la depresión. El Almería, por su parte, se desconectó muy pronto hace una semana en el Calderón. No era su guerra y, además, los elementos se pusieron muy pronto en contra. Pero sin competir JIM sabe que su equipo es vulgar. La salvación requiere de los cinco sentidos, ambos lo saben, y el que maneje los nervios y la ansiedad empezará a ganar una batalla salpicada por el juego de los despachos. La telenovela ha comenzado.