Sevilla - Moenchengladbach
Reyes, bandera del Sevilla en su partido número 100 de UEFA
El Gladbach, primer rival de solera en el camino a Varsovia (21:05, Cuatro). Beto y Mbia, los dos héroes del año pasado, están lesionados.
Juega hoy el Sevilla su partido cien en la antigua UEFA y el cartel de la noche es inmejorable. Lo hace como campeón, defendiendo el título de la noche mágica de Turín que le coloca entre los más laureados del torneo (tres, junto a Inter, Liverpool y Juve), y ante un equipo con solera. El Borussia Moenchengladbach, hoy en el puesto 69 (el Sevilla circula por el 27) del ránking europeo, ganó dos títulos en 1974 y 1979. Hubo un Borussia de los “Fohlen”, los potros. Un equipo brioso, indomable, que en esa década lideraron Heynckes, Netzer, Jensen, Stielike, Simonsen, Bonhof o Vogts. Un equipo monumental que llegó a silenciar incluso el Bernabéu...
Después de años de travesía en el desierto, el Gladbach ha regresado al primer plano de la Bundesliga y a Europa, incluso a pesar de las ventas del extraordinario Reus y de Ter Stegen. Este último ha sido sustituido por un portero notable, Sommer. El Sevilla, pues, sabe que el camino a Varsovia empieza duro…, y con bajas. Beto y Mbia, los dos héroes del año pasado, están lesionados y eso complica la empresa. Más que no encajar goles, Emery considera suficiente ganar el partido. Para ello sí recupera a Tremoulinas y a Gameiro. Aún cortos de preparación, no apuntan a titulares. La defensa del Borussia es una roca. Una media de goles encajados para preocupar a Bacca, Vitolo, Deulofeu y compañía. Ha recibido 19 goles en 21 partidos de Bundesliga, una de las mejores medias de Europa (0,9), y seis en ocho partidos de Europa League.
Los ojos en el Sevilla están en Reyes, jugador de grandes citas y títulos (conquistó alguno con todos sus equipos: Arsenal, Real Madrid, Benfica, Atlético y Sevilla) y su inspiración. Esta noche el Sevilla necesita que le vengan a ver sus musas. También su afición para crear una atmósfera envolvente. Y un dato ilusionante para el sevillismo. Cinco derrotas y cuatro empates contra equipos alemanes en competiciones europeas. Una, la más mágica de siempre, contra el Schalke 04. Siempre con Puerta presente.